"Como estamos familiarizados con esa escala, con el 05 que nos asigna el estudio, estamos ‘recontra jalados’”.(Foto: Reuters)
"Como estamos familiarizados con esa escala, con el 05 que nos asigna el estudio, estamos ‘recontra jalados’”.(Foto: Reuters)

INGRESOS Y RIQUEZA. Es claro que en el Perú existe inequidad de ingresos. Y esta se hace más evidente durante el verano –los pocos que pasan la temporada en Asia o Máncora versus los muchos que pasan un domingo en La Herradura o Huanchaco–. Lo que no sabemos exactamente es su magnitud, debido a que no están disponibles mediciones adecuadas sobre indicadores como riqueza o patrimonio personal. Esta carencia origina que las políticas de redistribución de ingresos no estén bien direccionadas, puesto que el diseño de medidas y metas parte de una base que no refleja la realidad.

El reciente Informe de Desarrollo Humano del PNUD le dedica un capítulo a la “transparencia de la data” sobre ingresos y riqueza, es decir, la publicación oportuna, estandarizada y confiable de estadísticas al respecto, que fue elaborado por especialistas del World Inequality Lab, de la Escuela de Economía de París. Se incluye un ranking que mide la calidad de la data en cinco aspectos: encuestas de ingresos y de riqueza, e información sobre impuestos a la renta del trabajo, del capital y del patrimonio.

El puntaje máximo es 20, y como estamos familiarizados con esa escala, comprenderemos que con el 05 que nos asigna el estudio, estamos “recontra jalados”. El Perú obtiene 3 puntos en encuestas de ingresos (remuneraciones) y 0 en encuestas de riqueza (ingresos de capital como intereses, dividendos y rentas). Sin embargo, los sondeos sobre los primeros, realizados por el INEI, son considerados poco confiables por especialistas porque sostienen que la gente acomodada no suele responderlos, o si lo hace, falsea su información.

Los otros 2 puntos asignados al Perú corresponden a data sobre los impuestos a la renta del trabajo y del capital; 1 punto en cada caso, aunque los máximos respectivos son 3. En cuanto al impuesto a la renta del patrimonio, 0 puntos (el máximo es 6). Nuestro país se ubica a media tabla en Sudamérica, pero muy lejos en calificación que los dos primeros. Colombia (11.5) y Uruguay (14.5), que figura entre los siete más transparentes del mundo.

Aparte de ignorar cuánta riqueza posee el 10%, o el 1%, la falta de este tipo de data también juega en contra de la política tributaria, puesto que afecta el combate contra la evasión y la elusión. Un impuesto que sirve de indicador de la riqueza es el predial, que siempre figura en los planes de reforma del MEF, pero que nunca se hace nada para modernizarlo. El nivel de opacidad en información sobre el patrimonio es pernicioso y ya es tiempo de abordarlo.