(Foto: GEC)
(Foto: GEC)

Política Internacional. La economía mundial está dejando atrás un año en el que ha de registrar su tasa de crecimiento más reducida en una década, en medio de tensiones comerciales mundiales y protestas que sacudieron Latinoamérica.

Tal como se preveía a inicios del año, China y Estados Unidos acentuaron sus tensiones comerciales imponiéndose mayores aranceles a sus productos, reduciendo el comercio mundial y rebajando cada vez más las perspectivas de crecimiento global.

Ahora, si bien las tensiones comerciales se encuentran en una tregua por una próxima firma de un acuerdo “fase uno”, quedan algunos frentes no resueltos y que podrían mantener las fricciones. Y aunque Donald Trump logró un encuentro histórico con el líder norcoreano, Kim Jong-un, pocos avances sobre más se lograron en el tema nuclear. Trump ahora enfrenta un juicio político que habrá que ver qué impacto tiene en sus planes de reelección.

Mientras en el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson obtuvo una victoria en las recientes elecciones legislativas, lo que le va a permitir concretar su plan del Brexit, otro de los factores que generó incertidumbre en el 2019. Ya con una mayoría en el Parlamento, ahora sí es clara la salida de Reino Unido de la Unión Europea. Sin embargo, aún quedan algunos asuntos pendientes, como la definición de la nueva relación con el bloque europeo o las tensiones con Escocia.

En cuanto a la región, son las revueltas que detonaron en Ecuador, Chile y Colombia las que marcaron el 2019. En Ecuador, el Gobierno tuvo que dar marcha atrás en una eliminación de subsidios al combustible, mientras que en Chile las protestas van a llevar al país a una recesión y a una nueva Constitución. El malestar social en el país ha dejado claro que solo el crecimiento económico no basta.

En Colombia, las manifestaciones contras posibles reformas de Iván Duque han sido multitudinarias, pero no han alcanzado el tinte violento de Chile.

En Argentina, el peronismo vuelve al Gobierno y tendrá que evitar caer en los mismos errores de periodos anteriores, que no han hecho más que patear el problema para adelante. Mientras que Bolivia tendrá unas elecciones en las que por primera vez en casi 14 años no participará Evo Morales, pero donde la polarización existente puede presentar turbulencias al nuevo Gobierno.

El 2020 esperemos que sea un año menos agitado que el que está cerrando una década a la que algunos ya llaman otra “década perdida”.