(Foto: Difusión)
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SALUD. aceptó volver al a solicitud del presidente , decisión clave dado que desde marzo de este año está vinculada a la lucha contra el . Pero su regreso tiene que venir acompañado de una necesaria afinación de la política de salud. Ya no habrá una única prioridad, pues también tendrá que hacer frente a problemas que se agravaron justamente porque desde mediados de marzo la atención ha estado centrada en la pandemia.

El más apremiante es implementar, lo antes posible, un plan de vacunación a nivel nacional para prevenir brotes de enfermedades que atacan a embarazadas, recién nacidos, infantes y adultos mayores, pues si no son controladas, podrían devenir en epidemias. Antes de la salida de Mazzetti, hace diez días, ya se había iniciado la vacunación contra la difteria, tras su reaparición en una niña que no había recibido la vacuna de refuerzo –que lamentablemente falleció–, pero el caos y desinformación con que se organizó provocó largas colas, incómodas esperas a cielo descubierto y quejas.

Dicha campaña tendría que estar acompañada de una comunicación apropiada para evitar confusiones y maltratos. En todos los casos, habría que evaluar la conveniencia de que la vacunación se realice a domicilio. Otras dos prioridades son el reinicio de la atención a personas que sufren enfermedades crónicas o cáncer, y comenzar a tratar a quienes superaron el covid-19 que están padeciendo secuelas físicas y sicológicas. Eliminar la indolencia y falta de empatía en los hospitales (incluidos los de Essalud) sería pedir demasiado.

Mazzetti y su equipo también tendrán que estar atentos a un rebrote del covid-19. Los casos y decesos se han reducido significativamente, pero no se puede bajar la guardia. Una medida que ayudará a detectar un posible aumento de contagios es tomar más pruebas –han estado disminuyendo en los últimos días– y poner énfasis en las moleculares, como ella misma ofreció meses atrás.

Aunque hay estudios que indican que manifestaciones en la vía pública, si se usa protección, tienen baja probabilidad de propagar la enfermedad, hay que estar atentos. Muchos jóvenes que participaron en las marchas se han puesto voluntariamente en cuarentena, pero sería útil comunicar masivamente esa medida de prevención.

Mazzetti tiene la oportunidad de corregir algunos errores y poner en marcha el plan de prevención frente a la segunda ola, que ya había diseñado. En ese propósito la comunicación será clave.

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