ARBITRIOS.Como todos los años, las municipalidades han emitido las ordenanzas que les permiten ajustar el monto que cobrarán por concepto de arbitrios durante el año. Si bien cada municipalidad es libre de establecer dicho monto, esta decisión debe ser ratificada por la municipalidad provincial, en el caso de Lima, por el Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Por naturaleza, los arbitrios se pagan como contraprestación de determinados servicios como limpieza pública, parques y jardines públicos, y serenazgo. Según el Tribunal Constitucional, este monto debe representar la prestación real y efectiva o mantenimiento del servicio, cuyo cálculo debe hacerse en función de su costo. Este año algunos municipios están planteando incrementos superiores al 30%, lo que implica que seguramente tendrán cómo sustentar que el costo de sus servicios también se ha elevado, pues estos incrementos no pueden darse sin orden ni concierto.

Es cierto que ningún contribuyente paga sus impuestos con felicidad y el elevado incumplimiento en el pago de los árbitros lo demuestra (el 60% de limeños no los paga a tiempo, en algunas municipalidades el incumplimiento llega al 90% o, lo que es peor, algunos vecinos vienen con deudas de 10 años a 15 años y nunca pagan), pero también es verdad que en varias municipalidades la prestación de los servicios como limpieza o serenazgo es más que deficiente.

Lamentablemente, el incumplimiento en el pago de arbitrios genera un círculo vicioso: el municipio no tiene dinero para prestar el servicio (por ley no puede destinar otros recursos para ese concepto) y la gente se niega a pagar porque no ve la contraprestación. Los contribuyentes deben entender la finalidad del cobro de los arbitrios y quizá los alcaldes además de mejorar la comunicación podrían premiar a los vecinos priorizando la calidad de los servicios en las zonas donde el incumplimiento sea menor. Así, los ciudadanos verían el valor del pago de sus arbitrios y los incumplidos tendrían un incentivo mayor para no retrasar sus pagos.

El pago de tributos nunca será voluntario, pero corresponde a las autoridades involucrar a los contribuyentes y demostrar que sus pagos están justificados. Sobre todo ahora que el fortalecimiento del patrullaje municipal es una de las metas que el MEF les ha impuesto a los alcaldes para que accedan a recursos adicionales y a bonos del Programa de Incentivos.