Editorial:Simuladas elecciones

VENEZUELA. Pese a las advertencias y la presión internacional, el Gobierno de Nicolás Maduro llevará a cabo este domingo “elecciones”, con resultados más que previstos, y buscando un nuevo periodo de 6 años al mando de Venezuela.

Maduro controla el poder electoral del país, ha encarcelado a opositores, manipula los medios de comunicación y con un sistema electrónico de reparto de alimentos ejerce una especie de chantaje para mantener un apoyo que aún ronda el 20% en Venezuela.

Aunándose a pedidos de diversas partes del mundo, el Grupo de Lima hace unos días dio un ultimátum a Venezuela para que suspenda los comicios del domingo, el cual, como advierte la ONU, no reúne las condiciones para ser considerados como libres. Sin embargo, buscando aprovechar de una debilitada oposición venezolana, Maduro adelantó las elecciones, las cuales normalmente se solían llevar a cabo en diciembre.

Venezuela sufre una hiperinflación y aguda escasez de alimentos y medicinas, en momentos en que sus ingresos de petrodólares han caído drásticamente. Y el panorama luce aún más sombrío ya que el país ha incumplido el pago de su deuda y enfrenta sanciones de Estados Unidos que le impiden acceder al mercado financiero.
En las ni transparentes ni justas elecciones del domingo, Maduro compite principalmente con un exgobernador chavista, Henri Falcón, y un pastor evangélico, Javier Bertucci, mientras que la principal agrupación opositora venezolana planea protestas y sabotear el proceso.

Venezuela lleva años en un claro deterioro de su sistema democrático, económico y social. Y puede ser vista como una evidencia de la falla que presentan los organismos encargados de velar por el orden democrático en la región. Hace falta encontrar canales adecuados para restablecer la democracia en países que puedan afrontar la situación que ahora padece la patria de Bolívar.

Pero por el momento, Estados Unidos ha liderado un proceso de sanciones hacia funcionarios del Gobierno venezolano y ha amenazado con imponer nuevas sanciones a su sector petrolero. Con ellas, ya solo pareciera cuestión de tiempo la llegada del fin del Gobierno de Maduro. Pero mientras más tiempo tome eso, más complicado será para el país emprender las necesarias medidas correctivas. Hasta que llegue ese esperado cambio, seguiremos viendo el éxodo de venezolanos.