PBI. El producto del Perú se expandió 2.5% en el 2017; mientras que el de Costa Rica reportó un crecimiento de 3.2%. (Foto: USI)
PBI. El producto del Perú se expandió 2.5% en el 2017; mientras que el de Costa Rica reportó un crecimiento de 3.2%. (Foto: USI)

ESTADÍSTICAS OFICIALES. Las cifras del PBI se calculan teniendo como año base el 2007, lo que constituye un desfase de más de una década. En ese entonces, las agroexportaciones eran mucho menos variadas y valían menos que hoy. Los comercios no vendían dispositivos electrónicos tan diversos ni en tanta cantidad como ahora. Tampoco había tantos hoteles y restaurantes –el boom gastronómico aún no alzaba vuelo–, y los textiles lideraban las exportaciones no tradicionales.

Entonces, cabría preguntarse cuánto de realidad hay en las ponderaciones que tiene cada sector –pues siguen siendo las del 2007– y, sobre todo, cuándo se tiene previsto actualizar el año base. Según el proyecto de Presupuesto para el 2019, el INEI organizará un “censo nacional económico” que costará S/ 15.38 millones. Los anteriores conteos que llevaron ese nombre (1993 y 2008) sirvieron para actualizar el año base del PBI, pero ni dicha entidad ni la PCM, a la cual está adscrita, han especificado los objetivos que tendría tal censo.

La ONU y otros organismos multinacionales y centros de investigación recomiendan poner al día las estadísticas de producción cada cinco años, o sea que el Perú está bastante desfasado. Otra grave deficiencia que ha mostrado el INEI es la demora en implementar el cambio. Por ejemplo, para recalcular las cifras del año base anterior (1994) al 2007, demoró nada menos que siete años: lo hizo en el 2014, pese a que inicialmente había anunciado que lo haría en el 2011. Es cierto que se trata de un proceso complicado, pero tales retrasos no tienen justificación.

Además, ya es tiempo que el Perú se integre al grupo de países con estadísticas más confiables –recordemos que aspiramos a formar parte de la OCDE–. Al respecto, un objetivo prioritario tiene que ser cambiar la medición mensual del PBI por la trimestral y adoptar metodologías que aseguren estimaciones más precisas y actualizadas, como los índices encadenados.

Si bien la informalidad de la economía peruana es un gran obstáculo para contar con datos más cercanos a la realidad, otra falencia que se debe superar es la falta de prolijidad en el tratamiento de ciertos sectores. Es el caso de “otros servicios”, que a pesar de ser el segundo con mayor ponderación, no cuenta con ningún desglose detallado en los informes mensuales del INEI, que solo se limita a indicar que “incluye servicios inmobiliarios y servicios personales”.

Como si el desfase en el PBI no fuese suficiente, la canasta de consumo que se usa para medir la inflación data del 2009. De nuevo, los organismos multinacionales recomiendan actualizarla cada cinco años. Alguien tiene que ponerle las pilas al INEI (y a la PCM).