TRABAJO. Más allá de los grandes indicadores macroeconómicos, para la población el empleo es una de las variables más importantes que mide si el país va bien o no. Y en febrero, por octavo mes consecutivo, el empleo formal siguió cayendo. Esto muestra que el tema laboral será uno de los más sensibles que tendrá que enfrentar el presidente Martín Vizcarra en los próximos tres años.

Para asumir el reto, el presidente eligió a Christian Sánchez como titular de la cartera de Trabajo. Sin embargo, aún antes de sus primeras declaraciones, el ministro ya ha generado opiniones encontradas y hasta temores de los sectores empresariales debido a sus ideas y actuaciones en el pasado, que incluyen su oposición a “una reforma que busque reducir derechos laborales”, tal cual dice un manifiesto que firmó en el 2014.

El presidente Vizcarra y a su ministro de Trabajo enfrentan presiones para realizar grandes reformas laborales, pero lo cierto es que incluso en un clima de cooperación con el Congreso la capacidad del presidente para realizar reformas será limitada —tal como ha destacado Eurasia Group en esta edición—. Por lo mismo, en el ámbito laboral lo mejor será centrarse en ciertos cambios indispensables que pueden ayudar a las empresas, pero sobre todo a los trabajadores a tener un empleo formal. No hay que olvidar que frente a los fallos del Tribunal Constitucional en materia laboral nada puede hacer el presidente.

Cuando el exministro de Trabajo Alfonso Grados inició sus funciones delineó algunos ejes sobre los que buscaba centrar su labor, dos de ellos fueron la formalización de la fuerza laboral y la inserción juvenil al mercado de trabajo. Si el ministro Sánchez logra avanzar en al menos estos aspectos podría cumplir con la meta planteada por el ministro de Economía David Tuesta “de que no se deteriore más la productividad laboral y punto”.

Lograrlos tampoco será sencillo, la propuesta que buscaba incentivar la contratación de jóvenes asumiendo el Estado el pago a Essalud así lo demuestra. Se requerirá un amplio diálogo y mucho trabajo de persuasión por parte del Gobierno tanto con la Comisión de Trabajo del Congreso (liderada por el Frente Amplio) como con los gremios de trabajadores y empleadores, un diálogo centrado en la generación de empleo. Lamentablemente, el ministro Sánchez deberá buscar foros mejores que el Consejo Nacional de Trabajo porque, como ha quedado demostrado en estos años, es de muy poca efectividad.