(Foto: Getty Images, via BBC Mundo)
(Foto: Getty Images, via BBC Mundo)

MÉXICO. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cumple este fin de semana su primer año de Gobierno, pero hasta ahora tiene poco por celebrar.

Recientemente, fuentes oficiales revisaron a la baja las cifras sobre la evolución de la economía azteca en el primer y segundo trimestre, revelando que el PBI se contrajo 0.1% en ambos periodos. Y entre julio y setiembre el crecimiento habría sido nulo. Con ello se apagan todas las expectativas más optimistas del mandatario de alcanzar una expansión anual de 4%.

López Obrador, en su intento de ver lo positivo en el mal desempeño de la economía, afirma que son ahora otros los indicadores que sí vienen mejorando. Pero lo cierto es que tras las primeras medidas de su Gobierno, como poner fin a un millonario proyecto de construcción de un aeropuerto, deshacer reformas en el sector petrolero o pedir renegociar contratos de gas, el sector privado ha tomado distancia.

En ese contexto, López Obrador acaba de anunciar un plan de inversiones por más de US$ 44,000 millones con participación del sector privado, con miras a impulsar el crecimiento y buscar un acercamiento con las empresas.

Y es que el panorama para la segunda economía latinoamericana no es alentador, y donde muchos ya advierten una rebaja de su calificación de riesgo.

México aún está a la espera de la aprobación de Estados Unidos del nuevo acuerdo de libre comercio de Norteamérica (Nafta), y aunque el presidente Donald Trump lo impulsa, las tensiones comerciales de Washington y Beijing y el proceso de juicio político al mandatario estadounidense parecen desplazarlo en importancia.

Esta vez, ni el continuo crecimiento de Estados Unidos está ayudando a la economía mexicana, por lo que la tarea de López Obrador luce complicada, con agitaciones políticas en la región y tensiones comerciales que se prolongan.

Quedaría esperar que el reciente plan de inversión anunciado realmente marque un nuevo comienzo para la llegada de inversiones, las cuales son ahora más necesarias, ya que el panorama externo puede representar viento en contra, con incluso la llegada de una desaceleración en Estados Unidos, su principal socio comercial.