(Foto: Andina)
(Foto: Andina)

ELECCIONES 2020. Estamos apenas a mes y medio de los comicios para elegir al nuevo Congreso de la República y lo cierto es que la población está insatisfecha porque siente que “es más de lo mismo” (65%). Este descontento llega a 71.9% en el caso de Lima y Callao. Según la encuesta de Datum, que hoy publicamos, la ciudadanía considera que la campaña será más de ataques que de propuestas (50%) y que los partidos políticos no han seleccionado a sus mejores cuadros para esta elección (60%).

A pesar de ello, hay algunas agrupaciones políticas que empiezan a ganar preferencias en el electorado, tales son los casos de Acción Popular (AP), Fuerza Popular (FP), Partido Morado (PM), Alianza Para el Progreso (APP) y Frente Amplio (FA). Este listado a nivel nacional muestra características diferenciadas región por región. AP ocupa el primer lugar en todas, pero FP está en el segundo lugar solo en Lima y el oriente, y no figura entre los primeros cinco en la región centro, que prefiere contar con representantes de Solidaridad Nacional y Juntos Por el Perú. Mientras que en la región norte Democracia Directa está encima del Partido Morado.

Queda claro que aun cuando en encuestas anteriores la ciudadanía consideraba que la mayoría congresal había sido obstruccionista, la posibilidad de no contar con una agrupación que sirviera de contrapeso al Gobierno no está en sus planes.

Un detalle que sí deberían tener en cuenta los electores es cómo hacer que la realidad se condiga con lo que expresan en las urnas, pues tal como está la ley electoral eso podría no suceder.

Así, en un simulacro de votación en Lima Metropolitana y con cédula de sufragio, Acción Popular recibe el 10% de los votos emitidos, Fuerza Popular el 8% y el Partido Morado el 4%, mientras que los votos blancos y viciados son el 60% de los votos emitidos. Sin embargo, debido a que el porcentaje que sirve para el reparto de curules se hace solo en base a los votos válidos (eliminando blancos y viciados), AP sube a 24%, FP a 21% y el PM a 9%.

Es decir, quienes elijan votar en blanco o viciado como una manera de “sancionar” a los partidos políticos” en la práctica solo conseguirían beneficiarlos con un mejor resultado. La población tiene en el voto una de sus mejores oportunidades para hacer sentir su voz y no debe escatimar luego la responsabilidad de sus decisiones.