Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). (Foto: USI)
Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). (Foto: USI)

COMPETITIVIDAD. En julio, el MEF presentó un documento titulado “Principales ejes para impulsar la competitividad y productividad” –también conocido como Plan de Competitividad–, cuyo objetivo es retomar un crecimiento más elevado del PBI nacional. Para que el Perú se vuelva competitivo y pueda salir de la “trampa del ingreso medio”, lo esencial es que sus costos de producción sean equiparables con los de otros países que producen bienes y servicios similares, pero también que tenga la capacidad de innovar y crear demanda.

De hecho, el Ejecutivo legisló sobre competitividad con las facultades delegadas por el Congreso, aunque todavía no se ha presentado un informe completo de los alcances de las normas promulgadas. Ni la PCM ni el MEF están aprovechando esta oportunidad, lo que evidencia que sus dificultades de comunicación siguen sin ser resueltas. El BCR, mucho más experimentado en publicar análisis macroeconómicos, ha opinado que un grupo de esas leyes incentivará la inversión.

Tampoco se sabe si el MEF está recibiendo comentarios a su Plan de Competitividad. Es más, el titular del MEF, Carlos Oliva, parece enfocado en explicar la modificación de la política tributaria y ha dejado de lado la divulgación del plan, con lo que se corre el riesgo de que se convierta en uno de esos documentos cuidadosamente elaborados pero inservibles. Ni siquiera ha resaltado la propuesta del BCR para estimular el PBI potencial –que reseñamos en esta columna el martes–, que podría considerarse un primer y valioso aporte.

Otro plan que corrió ese riesgo fue el de Diversificación Productiva, puesto en marcha durante el Gobierno de Humala, pero que en la primera fase del actual, con Kuczynski, casi fue desmantelado. El MEF lo rescató parcialmente y asumió la organización de las mesas ejecutivas –parte fundamental del plan–, pero debido a que no está siendo implementado en su integridad, no hay certeza de que sus resultados sean los óptimos. Por ejemplo, se desconoce si se han fijado cronogramas y metas.

Lo cierto es que un plan de competitividad no será efectivo sin que también se trabaje en políticas de mejoras continuas, sector por sector, conociendo la realidad y los problemas particulares que enfrentan los productores. El impulsor original del plan de diversificación, Piero Ghezzi, sostiene que la forma moderna de hacer políticas públicas es coordinar con el sector privado, y que esa es la función de las mesas ejecutivas. Por tanto, es necesario reforzarlas, proporcionarles más herramientas de acción, seguir ampliando su número y, por supuesto, prestarles atención.