Foto 12 | BCR observa signos claros de mayor dinamismo en la actividad económica. El Banco Central de Reserva (BCR) mantuvo su tasa de interés referencial en 2.75% en mayo, rompiendo la secuencia de recortes, cada dos meses, que inició en mayo del 2017. La decisión, largamente anticipada por el mercado, se basó en que los indicadores de la actividad económica muestran signos claros de mayor dinamismo, aunque el Producto Bruto Interno (PBI) sigue debajo de su potencial. “Se observa una recuperación de diversos indicadores de actividad econó- mica, de consumo y de inversión”, indicó el instituto emisor. Además, el BCR tuvo en cuenta, en su decisión de política monetaria en mayo, que la tasa de inflación anual a abril (0.48%), por debajo de su rango meta (entre 1% y 3%), se explica principalmente por la reversión de choques de oferta, en un entorno de actividad económica menor a su potencial. Añadió que las mediciones de tendencia inflacionaria se ubican cerca del centro de rango meta (2%), la expectativa de inflación a 12 meses bajó ligeramente a 2.17% en abril, y que la actividad económica mundial sigue mostrando indicadores favorables, aunque se mantiene la incertidumbre en los mercados financieros internacionales (Foto: Andina).
Foto 12 | BCR observa signos claros de mayor dinamismo en la actividad económica. El Banco Central de Reserva (BCR) mantuvo su tasa de interés referencial en 2.75% en mayo, rompiendo la secuencia de recortes, cada dos meses, que inició en mayo del 2017. La decisión, largamente anticipada por el mercado, se basó en que los indicadores de la actividad económica muestran signos claros de mayor dinamismo, aunque el Producto Bruto Interno (PBI) sigue debajo de su potencial. “Se observa una recuperación de diversos indicadores de actividad econó- mica, de consumo y de inversión”, indicó el instituto emisor. Además, el BCR tuvo en cuenta, en su decisión de política monetaria en mayo, que la tasa de inflación anual a abril (0.48%), por debajo de su rango meta (entre 1% y 3%), se explica principalmente por la reversión de choques de oferta, en un entorno de actividad económica menor a su potencial. Añadió que las mediciones de tendencia inflacionaria se ubican cerca del centro de rango meta (2%), la expectativa de inflación a 12 meses bajó ligeramente a 2.17% en abril, y que la actividad económica mundial sigue mostrando indicadores favorables, aunque se mantiene la incertidumbre en los mercados financieros internacionales (Foto: Andina).

RECUPERACIÓN. Superando los pronósticos de bancos y analistas, el PBI de marzo creció 3.93%, la tasa más alta desde enero del 2017. Aunque estuvo liderado por la minería, este resultado es destacable porque ocurrió a pesar de la caída de la inversión pública, debida a las demoras en las transferencias y en la ejecución del gasto. Esta semiparálisis habría sido consecuencia de la coyuntura, pues marzo fue el mes álgido de la crisis política que devino en la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski.

El INEI contabiliza una contracción de 13.9% en el avance físico de obras, es decir, el gasto público en infraestructura, que fue compensado por el subsector “consumo interno de cemento” –la parte que corre por cuenta de la inversión privada–, con lo que la construcción apuntó una ligerísima expansión (0.03%), la menor desde que comenzó a reactivarse, en junio pasado. Afortunadamente, este traspié fue momentáneo, pues la inversión pública volvió a repuntar en abril, ya con el Gobierno de Martín Vizcarra.

A pesar del ruido político, otros sectores no primarios siguieron mostrando señales positivas. Es el caso de finanzas y seguros, impulsado por la recuperación de los créditos hipotecarios, mientras que los créditos empresariales habrían comenzado a seguir esa misma tendencia. Comercio también estaría dejando atrás el enfriamiento: su crecimiento de marzo (3.14%) fue el mayor desde abril del 2016, aunque habrá que esperar un par de trimestres con tasas similares, o mayores, para confirmarlo.

Otro sector que estaría levantando cabeza es electricidad, agua y gas (excepto este último subsector), que en marzo se expandió 3.66%, muy por encima de las tasas de desaceleración que venía registrando desde febrero del año pasado –incluyendo cinco meses de retrocesos–. Por su parte, si bien manufactura continúa enfriada, algunos rubros no primarios han iniciado su recuperación gracias al dinamismo de la demanda externa. Es el caso de prendas de vestir y procesamiento de frutas, legumbres y hortalizas.

Los indicadores adelantados de abril sugieren que el resultado de marzo no fue un golpe de suerte en medio de la adversidad (política). Los pronósticos son tan optimistas que algunos apuntan a 6%, una tasa que no se veía desde hace más de dos años. En suma, el Gobierno de Vizcarra no pudo haber tenido un mejor arranque en materia económica, de modo que con esa base, que se está traduciendo en una mejora de la confianza de la opinión pública, le será menos complicado afinar y corregir los aspectos de la política económica que no han estado funcionando.