La Reserva Federal de Estados Unidos. (Foto: AFP)
La Reserva Federal de Estados Unidos. (Foto: AFP)

CAMBIOS. La Reserva Federal de Estados Unidos, tal como se tenía previsto, subió por cuarta vez en el año su tasa de interés de referencia a entre 2.25% y 2.5%, ante el sostenido crecimiento registrado por la mayor economía del mundo.

Sin embargo, al anunciar la medida, la Fed también sugirió una desaceleración en el ritmo de alzas previstas para el 2019. Hasta setiembre pasado, funcionarios del banco central norteamericano proyectaban tres alzas más en la tasa de referencia. Ahora solo se estiman dos incrementos, en promedio. Dicho anuncio sí fue una sorpresa, ya que viene después de declaraciones de su presidente, Jerome Powell, sobre un pronto fin a las alzas. El anuncio de dos alzas más fue menos de lo que se esperaba, ya que incluso algunos pronosticaban una pausa después del incremento del miércoles.

La decisión de la Fed además reconoce ciertos nubarrones sobre las perspectivas de la economía norteamericana. Las tensiones comerciales entre Washington y Beijing parecen complicadas de ser resueltas, y cada avance o mejora reportado es empañado por nuevos enfrentamientos entre ambas potencias.

Por otro lado, las perspectivas de menores alzas de la tasa de interés y el recorte de las proyecciones de crecimiento en Estados Unidos en los próximos años, han restado impulso a la cotización mundial del dólar, que tocó ayer su menor nivel en tres meses. Dicha tendencia también se ha evidenciado en el mercado peruano, donde el billete verde cedió parte de lo ganado en lo que va del año. En medio de perspectivas de una desaceleración mundial, un repunte del dólar puede haber obligado a alzas de las tasas de interés locales en algunos países de la región, complicando más sus perspectivas de crecimiento.

Por ahora, los mercados han empezado a cuestionar las perspectivas de la Fed, y según indicadores de mercado, incluso se estima un posible recorte de la tasa de referencia en Estados Unidos en el 2020. El próximo año, a diferencia del 2018, en el que el ajuste monetario era descontado, las perspectivas sobre la política monetaria en Estados Unidos no son claras, y como señala la propia Fed, habrá que esperar a ver los datos que ayuden a iluminar el panorama.