(Foto: USI)
(Foto: USI)

SECTOR SALUD. Es increíble cómo el debate de la cuestión de confianza ha llevado a los congresistas a recordar —al fin— que el país tiene problemas muy graves más allá de lo político, entre ellos, la salud pública con todas las aristas que implica.

Se ha hecho hincapié en la promesa presidencialde inaugurar 80 centros de salud u hospitales durante este año, pero las dificultades de dicho sector van más allá de solo no contar con suficientes centros médicos, faltan profesionales y especialistas, hay escasez de medicinas y equipos tecnológicos, las personas no se pueden atender por falta de recursos y muchas zonas del país están abandonadas pues no cuentan ni siquiera con una posta bien equipada.

Las carencias son muchas y no se puede esperar que los problemas se resuelvan de la noche a la mañana, pero el camino es tan largo que lo mejor es comenzar pronto, primero definiendo al Ministerio de Salud como el ente rector de las principales líneas de acción que impliquen un trabajo articulado para avanzar en la coordinación entre Gobierno central y gobiernos regionales, mejorando el uso de los presupuestos establecidos y las compras de medicinas y equipos, además definiendo prioridades, de manera tal que se le dé un mayor peso a la labor de prevención y a las atenciones primarias.

El segundo paso debe ser establecer un solo sistema de información apostando por las historias clínicas que permitan que los pacientes puedan atenderse indistintamente en cualquier establecimiento de salud del país, lo que implica tener a las personas como el centro de los servicios. Pero también es importante reconocer que, al igual que en otros sectores, en la salud el sector público puede apoyarse en el sector privado, no solo estableciendo protocolos que permitan que los pacientes se atiendan indistintamente en hospitales públicos o privados, sino permitiendo que, a través de las APP, sea el sector privado el que se encargue de los servicios de salud públicos.

Ejemplos de APP ya existen en el país, tanto en dos hospitales de Essalud como en el Hospital del Niño, donde ya sean algunos servicios o todos los servicios están en manos de privados. El camino es largo, pero ya es momento de empezar a poner el tema en la agenda nacional pensando siempre en recoger las mejores experiencias en beneficio de los pacientes.