Gabinete Villanueva  (Foto:  Andina)
Gabinete Villanueva (Foto: Andina)

CONSEJO DE MINISTROS. Antes que el Gabinete Villanueva cumpla 48 horas, las críticas a varios de sus integrantes no se han hecho esperar. Unos han sido cuestionados por la ineficiencia mostrada en su trabajo previo en el Estado, otros por sus tendencias ideológicas, algunos más por sus relaciones empresariales en el pasado, y hasta hay un caso de vinculación con Montesinos.

Para hacerle frente a estas críticas, el premier respondió que en la elección de los ministros se evaluó su capacidad, temperamento y entrega. Si bien reconoce que ahora su equipo “navega en aguas turbulentas” sostiene que “va a llegar a buen puerto” pues es “un grupo potente y versátil”. A cambio pide “un poco de oxígeno”, cuando lo adecuado hubiese sido tener una respuesta concreta y convincente a los cuestionamientos específicos que se han hecho sobre algunos ministros.

Aunque Villanueva niega haber consultado previamente con alguna bancada, la percepción que ha dejado es que alguna coordinación hubo, aunque no con todas. En el caso del grupo oficialista, no bastaba solo con incorporar a Salvador Heresi al Gabinete como lo demuestra el hecho de que la bancada aún no sale a defender los nombramientos, algo que sin duda le corresponde como brazo político del Gobierno, dado que es la continuación de su antecesor, como lo reconoce el premier.

Si el Ejecutivo decidió asumir el riesgo de nombrar un equipo sin mayor experiencia política y con tendencias tan diversas necesitaba preparar una estrategia de comunicación que contrarrestara la ola de críticas que ya debía haber prevenido. Incluso, antes de juramentar cada ministro debió hacer pública la declaración jurada de intereses que deben llenar para conocer sus labores durante los últimos cinco años y las empresas para las cuales trabajaron, sobre todo aquellos que han tenido relaciones con empresas pues allí estará el foco de la fiscalización. Una falta que aún pueden corregir.

El martes señalábamos que la diversidad de la que hace gala el Gabinete podía ser un punto a favor al permitir que cada ministro aprenda un poco del pensamiento del otro, pero también advertíamos que podría ser un punto en contra si el premier no logra que todos trabajen juntos hacia un mismo objetivo. En estos primeros días, Villanueva no muestra la habilidad suficiente para manejar un Gabinete tan dispar y solo nos hace pensar que necesitará más que buenas intenciones para conseguir que todas las carteras trabajen en la misma dirección. Y por supuesto mayor transparencia.