El Mincetur detalló que 11 regiones superaron los US$ 500 millones en sus exportaciones en el primer semestre del 2018. (Foto: Difusión)
El Mincetur detalló que 11 regiones superaron los US$ 500 millones en sus exportaciones en el primer semestre del 2018. (Foto: Difusión)

POLÍTICA COMERCIAL. Las exportaciones no tradicionales (XNT) alcanzaron su valor récord en el 2014 (US$ 11,677 millones), luego sufrieron dos años de caídas y volvieron a crecer en el 2017. Se estima que este año registrarán un nuevo nivel máximo, aunque esa recuperación responde principalmente al dinamismo del rubro agropecuario, que es el único que crece sostenidamente desde el 2010.

De los siete restantes –textil, pesquero, químico, siderometalúrgico, minero no metálico, metalmecánico y madera y papel–, es probable que este año solo el pesquero consiga acercarse a su marca del 2014. Esa contracción se debió en parte al debilitamiento de la demanda por XNT peruanas (excepto las agrícolas) en los principales mercados de destino, pero coincidió con una medida que fue anunciada como un salto cualitativo en la política comercial.

Se trata del traspaso de las oficinas comerciales (OCEX) del Ministerio de Relaciones Exteriores al de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), que se hizo efectivo en el 2014, con el objetivo de mejorar la especialización de la promoción de las XNT (y del turismo). Eso significa que durante el periodo de declive (2015-16) las OCEX ya operaban bajo los lineamientos del Mincetur, de modo que es necesario saber si se ha evaluado por qué los resultados de su trabajo no habrían sido satisfactorios. Si no fuese por el rubro agropecuario, su desempeño del 2017 y de este año tampoco sería motivo para congratularse.

Lo preocupante es que la falta de información sobre las OCEX se ha acentuado. Por ejemplo, en el sitio web del Mincetur solo figura un boletín de este año (corresponde a enero), pero en el 2017 hubo diez, mientras que en el 2016 y 2015 fueron publicados 34 y 38, respectivamente. Asimismo, el último informe disponible de actividades de las OCEX data de hace más de dos años (el primer trimestre del 2016).

Cabría preguntarse si ese es el tipo de seguimiento que merece una herramienta clave de la política comercial. Ese desinterés es compartido por las principales cabezas del Ejecutivo y el Congreso, así como a nivel académico y gremial. Si se llega a la conclusión de que es necesario hacer ajustes para potenciar las OCEX, sería un error plantear que vuelvan a la Cancillería.

Lo que hace falta es afinar sustancialmente la coordinación, tanto entre ministerios como entre las OCEX, Promperú y los empresarios. Un intento de mejorar el trabajo conjunto es que el Minagri nombrará agregados agrícolas en las embajadas peruanas en Estados Unidos, China y la Unión Europea, que serán profesionales especializados en aspectos técnico-científicos. Esa iniciativa podría replicarse en otros rubros.