COMERCIO EXTERIOR. En junio del año pasado, el Congreso aprobó la transferencia de las Oficinas Comerciales en el Exterior (OCEX) a la Comisión de Promoción del Perú para las Exportaciones y el Turismo (Promperú). Hasta entonces, dependían del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur). Promperú está adscrita a ese despacho, pero posee autonomía funcional y administrativa. La medida formó parte de la Ley 30970, que contenía modificaciones presupuestarias que incluían a una diversidad de ministerios y agencias gubernamentales.

No fue la primera vez que las OCEX cambiaban de entidad, pues hasta el 2012 dependían del Ministerio de Relaciones Exteriores. En ambas ocasiones, la justificación de los traslados fue que no estaban cumpliendo su cometido y que enfrentaban dificultades logísticas, entre otros problemas. En teoría, una tarea de estas oficinas es colaborar en la apertura de mercados para las exportaciones no tradicionales, en especial en beneficio de las empresas que no poseen recursos propios para promover sus productos y servicios en el exterior.

¿Ha habido mejoras desde junio pasado? Pues parece que no. En julio se cerró la OCEX de Yakarta (Indonesia) a fin de reorientar su presupuesto a plazas con mayor potencial en Asia. Pero ese mismo mes dejaron sus respectivas OCEX los consejeros en Shanghái, Taipéi, Moscú, La Paz y Quito, y recién en enero se convocó al proceso para designar a sus reemplazantes, y se estima que ese proceso recién concluirá en mayo. O sea que dichas OCEX habrán pasado diez meses sin jefe nombrado. También se eliminaron las OCEX en Bélgica, Turquía, Marruecos y Sudáfrica.

Encima, la nueva consejera de la OCEX de Sao Paulo todavía no habría ocupado su nuevo puesto y seguiría en la OCEX de Beijing, aunque en el mapa virtual en el sitio web de Promperú ya figura otra persona como encargada de esta oficina, que, por cierto, es la misma persona que en las OCEX de Taipéi y Shanghái. Esta oficina no habría atendido de manera presencial en febrero, cuando el brote del coronavirus en China creaba incertidumbre entre los exportadores e importadores peruanos.

En suma, tanto traslado y reestructuración no estaría surtiendo efecto. El año pasado, cinco de los ocho rubros no tradicionales se contrajeron. Y esto les ha quitado atractivo a las OCEX como oportunidad profesional: solo se presentaron 36 postulantes para cubrir las vacantes (18 han pasado a la siguiente fase), pese a que no se pidió maestría como requisito. En el 2014, hubo alrededor de 300 postulantes y 75 pasaron a la siguiente fase.