Retorno a la bicameralidad propuesto por el Ejecutivo esta conformado por 100 diputados y 30 senadores. (FOTO: USI)
Retorno a la bicameralidad propuesto por el Ejecutivo esta conformado por 100 diputados y 30 senadores. (FOTO: USI)

RETORNO A LA BICAMERALIDAD.  A estas alturas está claro que la población apoya, unas más que otras, las reformas planteadas por el presidente Martín Vizcarra, tanto las que tienen que ver con la justicia como las políticas, y así lo evidencia la última encuesta de Pulso Perú, la cual muestra que va en aumento el número de peruanos que desea el retorno a la bicameralidad.

Sin embargo, el debate en el Parlamento no es fácil, a seis días de la fecha tope planteada por el Ejecutivo, dos de los proyectos de reforma ya están aprobados (Junta Nacional de Justicia y financiamiento de partidos), pero dos no cuentan aún con un dictamen que pueda ser debatido en el pleno del Congreso (bicameralidad y no reelección de congresistas).

En el caso de la bicameralidad, la mayoría está de acuerdo, pero no con el número final. La propuesta del Ejecutivo con la que concuerda la población (según Pulso Perú), es que se mantenga el número actual de parlamentarios (130), y sean 100 diputados y 30 senadores. Pero en el Congreso hay un acuerdo preliminar para elevar el número de 130 a 180, a lo cual se opone el Poder Ejecutivo.

Definir el número adecuado no es tan sencillo. La razón de ser del Congreso es representar a la población y en ese sentido debería existir una relación entre el número de parlamentarios y el número de habitantes, pero no hay, ni en la práctica mundial ni en la doctrina, una fórmula general para establecer esa representatividad.

Tampoco existe unanimidad en la forma de elegirlos, por ejemplo, en EE.UU., Australia, México y Brasil se elige un número fijo de senadores por cada Estado, sin importar su tamaño, y los diputados de manera proporcional a la población. En España una parte de los senadores son elegidos directamente por las comunidades autónomas. Otra opción es establecer un número fijo y que los senadores se elijan por distrito electoral único y los diputados por múltiple.

Este aspecto, número y forma de elección es el que está formando un nudo gordiano que impide llegar a una aprobación del dictamen, al punto que algunas voces piden dejar esos aspectos para un desarrollo vía ley (que permita un debate técnico más amplio) y establecer en la Constitución solo la figura general de la bicameralidad. El desenlace que se adopte posiblemente hoy puede despertar otra vez enfrentamientos.