guerra comercial
guerra comercial

ARANCELES. Hace unos días, el presidente Donald Trump anunció el aumento de aranceles, del 15% al 25% a productos chinos por un valor de US$ 200,000 millones. Y advirtió a China que no adopte ninguna respuesta porque empeoraría la situación.

Poco después, Beijing anunció represalias e impuso tarifas a productos estadounidenses por un monto de US$ 60,000 millones.

Ese intercambio de medidas entre los gigantes de la economía mundial nuevamente ha sacudido a los mercados bursátiles, donde las plazas de Latinoamérica y sus monedas no estuvieron exentas. Pero todo no ha quedó allí. Trump también ha amenazado ahora con fijar nuevos aranceles al resto de productos chinos, que suman unos US$ 325,000 millones. Mientras China afirma estar abierta al diálogo, pero lista a dar pelea.

En esta nueva escalada de tensiones, ambas naciones se acusan de haber frustrado los avances en las negociaciones. En tanto, se ensombrecen más las expectativas para el crecimiento mundial, lo que puede arrastrar a la baja a los commodities, de los que dependen muchas economías de la región.

El FMI, que hace poco más de un mes rebajo nuevamente sus pronósticos para la economía mundial, cree que las nuevas tensiones pueden implicar otra reducción en sus proyecciones. Incluso, crecen los temores de una recesión mundial. En Estados Unidos, la Reserva Federal frenó las alzas de su tasa de interés al temer un impacto en la economía, mientras en China, la industria local evidencia los síntomas de alza de tarifas en EE.UU.

En nuestro país, el Banco Central de Reserva ya ha advertido también sobre una posible rebaja en sus proyecciones de crecimiento del PBI para este año, fijadas actualmente en un 4%.

Estados Unidos y China afirman que seguirán negociando un esperado acuerdo comercial, pero si consideramos la historia de estas tratativas, es seguro que nuevas turbulencias sacudirán los mercados. La reciente inclusión de la china Huawei en una lista negra de empresas con las que las firmas estadounidenses no pueden hacer negocios sin autorización oficial es una prueba de ello.