El Congreso de la República tendrá una de sus últimas sesiones del pleno de enero este miércoles. (Foto: GEC)
El Congreso de la República tendrá una de sus últimas sesiones del pleno de enero este miércoles. (Foto: GEC)

CONGRESO. Finalmente, el Consejo Directivo consiguió el quórum necesario y logró aprobar la recomposición de todas las comisiones del Parlamento. Los cálculos finales no han dejado satisfechos a los miembros de la bancada de Fuerza Popular —que son quienes más miembros han perdido—, pero lo cierto es que la próxima legislatura evidenciará una nueva composición.

Si bien este nuevo orden podría ser considerado un “triunfo” del Gobierno, la realidad es que representa todo un reto para el presidente Martín Vizcarra.

Hasta hoy, una de las razones esbozadas para que el Ejecutivo no haya cumplido con sus propuestas ha sido la tirante relación que mantiene con Fuerza Popular y que se ha manifestado en el hecho de que un alto número de los proyectos planteados por el Ejecutivo, incluso los que llevan el carácter de urgente siga en discusión al interior de las comisiones o en espera a ser debatidos en el pleno. Por cierto, la mayor cuota de responsabilidad fue de Fuerza Popular desde la época de PPK.

Si el inconveniente era el obstruccionismo fujimorista y aprista, durante la próxima legislatura el presidente Vizcarra debería estar en la capacidad de avanzar en los otros temas de gobierno que también son importantes para el país, como la economía, las reformas laborales, los temas de salud y educación, las inversiones y el plan de competitividad, entre otros. A partir de ahora que los fujimoristas no tienen la mayoría absoluta, el Gabinete debería poder coordinar con todas las bancadas y lograr el apoyo que sus reformas requiere. Aunque tiene que saber articular la gran disparidad de pensamientos que encierran los grupos que se han constituido.

Ahora bien, si el Gabinete de Vizcarra no es capaz de proponer reformas o proponiéndolas no logra comunicarlas de manera adecuada y conseguir que la mayoría las apruebe, ya no podrá escudarse en el obstruccionismo fujimorista.

El nuevo orden del Congreso exigirá que el Ejecutivo sea más propositivo y pase de la palabra a la acción. Por ejemplo, así como hoy presentará el “Plan de Competitividad” ante la opinión pública, debería hacer una presentación en el Parlamento para que sus integrantes conozcan de primera mano lo que quiere hacer el Gobierno. No hay que olvidar que aun con la nueva composición el riesgo de las propuestas populistas se mantiene.