PPK
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CRISIS POLÍTICA. La forma en la que culminó el pedido de vacancia presidencial planteado por el Congreso no puede considerarse un triunfo para el presidente Kuczynski, menos aún cuando queda claro que el indulto a Alberto Fujimori no fue estrictamente humanitario y más bien su lectura evidencia el canje por la abstención frente a la moción de vacancia contra PPK. A pesar de que durante la campaña y al inicio del Gobierno el mandatario aseguró que no iba a indultar a Fujimori —lo que le valió un contingente de votos—, desde mediados de este año jugó con el tema dándole un cariz político, a pesar de repetir que serían los médicos los que darían la opinión final.

Si bien las encuestas señalaban que más del 60% apoyaba un indulto, se trata de un tema controversial que, una vez más, el presidente Kuczynski no ha sabido manejar y le generará más de un inconveniente político.

Por lo pronto, esta última semana la prioridad será recomponer el Gabinete, pues a la ya anunciada salida del ministro Carlos Basombrío le seguirán algunos cambios más. PPK ha reconocido siempre que él es un técnico y no un político, ha llegado el momento que en esta recomposición le dé un mayor peso a lo político y aprenda a serlo.

Pero sumadas a su labor como gobernante estarán sus obligaciones como testigo en las investigaciones que siguen tanto la comisión Lava Jato como la Fiscalía. De ninguna manera Kuczynski deberá dejar de responder ante ambas instancias por las dudas generadas con relación a las labores de su empresa Westfield. Que no lo hayan vacado no significa que no sean necesarias mayores explicaciones.

La bancada de Fuerza Popular también tiene una nueva oportunidad; la decisión de diez congresistas de no votar como estableció la mayoría genera un cisma, pero este fraccionamiento podría ayudarlos a mirar un poco más a su alrededor y entender que el control político es apenas una parte de su labor congresal y no necesariamente la más importante. En sus manos está no convertir este resultado en una mayor derrota.

Tanto quienes estaban a favor como en contra de la vacancia presidencial reconocían el poco avance que había tenido el país en este casi año y medio, la necesidad de poner manos a la obra lo más pronto posible y reducir el ruido político. Le toca ahora, tanto a Ejecutivo como al Legislativo, encontrar la manera de, sin estar de acuerdo en todo, encontrar los puntos de consenso que permitan que el buen escenario que puede haber el próximo año en materia económica a nivel internacional sea aprovechado a nivel interno, sin dejar de combatir la corrupción en ningún momento.

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