Sunat (Foto: USI)
Sunat (Foto: USI)

POLÍTICA TRIBUTARIA. Luego de varios meses en los que solo recibía críticas por su falta de acción y por la ausencia de medidas concretas, la Sunat acaba de presentar un plan de acción de corto y mediano plazo cuyo objetivo es revertir la caída de la recaudación fiscal.

Las medidas planteadas van desde una mayor fiscalización al incremento patrimonial no justificado en determinados segmentos de profesionales independientes, al alquiler de casas de verano y al uso incorrecto de comprobantes de pago por parte de algunas empresas, hasta el intercambio de información con otras administraciones tributarias en el mundo para el seguimiento de la evasión tributaria y la aplicación de la esperada norma antielusiva.

Las cifras de recaudación no son alentadoras. El 2017 terminó con un déficit fiscal de 3.2% del PBI, mayor que la meta de 3% planteada por el MEF y 0.6 puntos porcentuales por encima de lo ocurrido en el 2016. La recaudación disminuyó en 1.3%, lo que se reflejó en una caída de la presión tributaria, que ahora llega a 12.9% del PBI, y los ahorros fiscales disminuyeron en 38% con respecto al 2016.

Por eso, si bien las declaraciones del jefe de la Sunat, Víctor Shiguiyama, son alentadoras, el verdadero reto consistirá en ponerlas en práctica e implementarlas urgentemente de tal manera que en el corto plazo se pueda demostrar su eficacia. Ha sucedido en administraciones pasadas que los buenos planteamientos se fueron cayendo antes de su aplicación. Por lo pronto, algunos especialistas ya cuestionan algunos de los anuncios, considerando que no serían exitosas. Incluso aquellos que durante años pidieron la aplicación de la norma antielusiva, hoy señalan que al ser general podría no ser eficaz.

La apuesta es alta. Si bien la Sunat es consciente de que cuenta con una extensa cantidad de datos —que recoge de las declaraciones, del exterior e incluso de las redes sociales—, requiere ahora hacerse del expertise necesario para transformar esa data en información útil para la fiscalización.

La Sunat, al igual que el Gobierno, ha perdido credibilidad y la única manera de revertir esa percepción es mostrar resultados. La recuperación registrada en los últimos tres meses del año pasado debe mantenerse, de lo contrario el país se encaminará hacia una crisis fiscal, que haría imposible el cumplimiento de compromisos de gastos realizados ya por el Estado. El equipo de Víctor Shiguiyama tiene la palabra.