PULSO PERÚ. Casi desde que empezó el actual Gobierno, la palabra indulto ocupó un lugar en su agenda, ya sea para negarlo, o para señalar que se trataba de un tema médico. Eso debido a que para algunos consejeros del presidente Kuczynski, un indulto al expresidente Fujimori podría ayudarlos tanto a nivel político (reducir la beligerancia con Fuerza Popular) como a nivel de la población.

Sin embargo, la reciente encuesta de Pulso Perú muestra que la realidad es muy diferente de las expectativas que se tenían. Luego de otorgarle el indulto a Fujimori, PPK ha caído siete puntos en su nivel de aprobación, llegando apenas al 20%. Es más, es en los sectores que más apoyaban al presidente –el A/B y el sur– donde el descenso ha sido mayor, pues justamente ambos sectores estaban, en mayor medida, en contra del indulto.

Si bien en mayo del año pasado apenas un 37% estaba en contra de que se le otorgara el indulto a Fujimori, cuando esta posibilidad se volvió realidad, un 45% se ha mostrado en contra. Quizás la razón no sea propiamente el indulto sino la percepción que ha calado fuertemente en la población: que fue negociado con Kenji Fujimori, a cambio de impedir que se apruebe el pedido de vacancia contra el presidente Kuczynski. Un 78% de peruanos así lo cree, según la encuesta.

Una vez más, el presidente y sus asesores equivocan la lectura, pues además de la sensación de que tiene una mala gestión o no hace nada (40%), uno de los factores que han llevado a la caída de la popularidad es otorgar un indulto que, según la encuesta, la gente no cree que cumpla los requisitos para ser humanitario.

Es verdad que una encuesta son solo percepciones, sin embargo, es importante valorar lo que la población siente, aunque sus creencias puedan no tener fundamento. De nada vale que PPK y Mercedes Aráoz repitan que no hubo ninguna negociación si la gran mayoría percibe algo distinto. En igual medida, poco importa que los voceros de Fuerza Popular sigan insistiendo en que su líder es Keiko Fujimori y que su padre no forma parte del partido, cuando para un 36% el líder del fujimorismo es Alberto Fujimori y en segundo lugar queda su hija (35%, quien cae 29 puntos).

Los resultados de Pulso Perú muestran que al presidente Kuczynski le han puesto la luz roja. Él le ha pedido a la clase política que lo deje trabajar, pero frente a la población el mandatario y su gabinete primero deben recuperar credibilidad. Una tarea difícil debido a la desilusión que muestra la ciudadanía y en momentos en que las expectativas empresariales empiezan a caer, como muestra la última encuesta del BCR.