La propuesta de Corea del Sur fue la elegida por el Estado peruano. (Foto: Andina)
La propuesta de Corea del Sur fue la elegida por el Estado peruano. (Foto: Andina)

CHINCHERO. La Contraloría ha detectado inconsistencias en el proceso para contratar una “project management office” (PMO, oficina de gestión de proyecto) que brindará asistencia técnica al megaproyecto del Aeropuerto Internacional de Chinchero-Cusco (AICC). Como se recuerda, el MTC decidió que dicha tarea se contrataría de Estado a Estado. A la convocatoria se presentaron entidades gubernamentales de Canadá, Corea del Sur, España, Francia y Turquía, resultando ganadora la surcoreana.

Tras revisar las puntuaciones asignadas, en el caso de la propuesta ganadora, la Contraloría halló que, en la calificación bajo el criterio de participación como PMO o construcción de aeropuertos por más de US$ 200 millones, no se consideró la experiencia de la entidad en la construcción de un área recreativa en el Aeropuerto de Gimpo-Seúl, pues según lo establecido por el propio equipo evaluador, esa obra no fue considerada un proyecto aeroportuario.

Sin embargo, en el siguiente criterio de calificación, que eleva a US$ 300 millones el monto mínimo de inversión, sí se asigna un puntaje a la experiencia en la construcción de la misma área recreativa. Asimismo, la Contraloría advirtió que no existe relación entre los títulos universitarios de algunos profesionales propuestos por la entidad surcoreana y los cargos que desempeñarían en la PMO. Por ejemplo, para gerente de Pruebas y Comisionamiento, propuso a un ingeniero de Información y Comunicaciones, con maestría en Radiodifusión.

De acuerdo con la Contraloría, las inconsistencias detectadas “podrían modificar las calificaciones otorgadas” y para subrayar la gravedad del asunto, cita el principio de transparencia contenido en la Ley de Contrataciones del Estado, que establece la igualdad de trato, objetividad e imparcialidad en los procesos. El informe de la Contraloría fue emitido el 17 de julio. Dos días después, el MTC difundió un escueto comunicado en el que señala que “ha evaluado las observaciones y concluye que estas no afectan el fondo del proceso y lo avanzado hasta la fecha”.

También indica que explicará a la Contraloría el detalle de las decisiones adoptadas, aunque precisa que “a pesar de no estar obligado”, el MTC solicitó la participación de dicha entidad. En suma, el MTC no parece estar consciente de que el AICC es un megaproyecto muy delicado, motivo por el cual no puede soslayar ninguna observación o advertencia de riesgos, ni demorarse en brindar explicaciones. No puede repetirse el hermetismo con el que se ha manejado la aprobación de su estudio de impacto ambiental (EIA).