(Foto: Produce)
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DIVERSIFICACIÓN. Mientras la coyuntura política y las dudas sobre el adelanto de elecciones acaparan la atención, muy poco se discute sobre las propuestas del Plan Nacional de Competitividad y Productividad (PNCP), lanzado el 28 de julio, el mismo día en que el presidente Vizcarra sorprendió con su planteamiento para que el próximo año “se vayan todos”. Algunos de sus ministros, salvo Carlos Oliva, en lugar de promover el plan, han optado por seguir manteniendo su perfil bajo. Da la impresión de que ya se han ido.

La propuesta es una mirada al futuro, pues contiene metas –y plazos para cumplirlas–, además de medidas para atacar problemas como la excesiva burocracia o el escaso acceso a tecnología e información. En ese sentido, un caso que merece más atención es la acuicultura.

El PNCP establece la implementación de una ventanilla única sectorial para la acuicultura –también para agricultura y turismo–. El objetivo es contar con un sistema integrado “que asegure la transparencia y rapidez” de los trámites para el otorgamiento de derechos de acuicultura y de las entidades vinculadas a dichos derechos (Produce, Sanipes, Autoridad Nacional del Agua, Sernanp, Senace, Dirección General de Capitanías y gobiernos regionales).

La idea es que los trámites se efectúen por medios electrónicos, reducir la diversidad y dispersión de gestiones y brindar a los solicitantes una repuesta rápida, equitativa y que reduzca costos en tiempo y dinero, lo que tendrá un impacto positivo en la inversión. El PNCP fijó un año para que la “ventanilla acuícola” esté implementada. Ya pasó mes y medio, y no se informa en qué anda el proceso.

Hay otras señales de que el Gobierno, específicamente el MEF, apuesta por impulsar el despegue de la acuicultura: instaló la respectiva Mesa Ejecutiva, que trabaja en temas como regulación y apertura de mercados. Asimismo, hoy se cumple un año de la promulgación del Decreto Legislativo 1431, que extiende a esta actividad los beneficios de la Ley de Promoción Agraria (está vigente desde el pasado 1 de enero), pero la prórroga de la vigencia de la ley en el Congreso duerme el sueño de los justos.

Entre el 2009 y el 2018, la producción acuícola creció 2.3 veces, pero el ritmo no ha sido sostenido ya que hubo dos caídas pronunciadas (2012 y 2015), y no se logra superar los picos del 2013 y 2014. El volumen exportado se recuperó el año pasado, pero debido a los menores precios, su valor fue inferior al registrado en el 2014: US$ 266.2 millones versus US$ 301.8 millones. Es necesario mejorar esos números.

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