¿Por qué Estados Unidos no puede simplemente invadir ese país?, habría planteado Donald Trump a sus asesores. (EFE)
¿Por qué Estados Unidos no puede simplemente invadir ese país?, habría planteado Donald Trump a sus asesores. (EFE)

LA ECONOMÍA. El PBI de mayo creció 6.43% y superó así las proyecciones de bancos y analistas, tal como sucedió en abril. Pero, a diferencia de ese mes, el resultado no obedeció a un rebote estadístico, pues en mayo del año pasado el PBI se expandió 3.57%, una tasa que por entonces era considerada alta, dada la desaceleración que afectaba a la economía peruana, en especial a su componente no primario.

Al igual que en abril, todos los sectores crecieron en mayo, destacando tres que a inicios del año todavía se hallaban sumidos en el enfriamiento: comercio, servicios financieros y electricidad (más gas y agua). En el caso del primero, la recuperación de la demanda interna se tradujo en el impulso de las ventas en supermercados, tiendas por departamentos y farmacias, así como en maquinaria y equipo para minería y construcción, entre otros.

También influyó el “efecto Rusia”, principalmente por las perspectivas positivas generadas. El INEI informa del dinamismo en el comercio de televisores, equipos de sonido y álbumes –no precisa si sus datos incluyen los “no oficiales” o solo los Panini–, en tanto que las ventas de textiles, prendas de vestir y calzado se incrementaron, especialmente por la mayor demanda de indumentaria deportiva.

El PBI del sector financiero y seguros registró su tasa de crecimiento más alta del año (8.48%), un nivel que refleja una reactivación bastante rápida. El crédito se expandió en todos los rubros y en porcentajes similares, a diferencia de meses previos, cuando el hipotecario lideraba. En cuanto a electricidad, gas y agua, en mayo se cumplieron tres meses con tasas por encima de 3%, dejando atrás los magros resultados que registró hasta febrero. Este sector funciona como un termómetro de la economía, de modo que le seguirá yendo bien si la producción continúa recuperándose.

¿Seguirá sorprendiendo el PBI? Hay que acotar que junio será una valla un poco más alta (3.97% el año pasado), pero los analistas ya están revisando al alza sus proyecciones para el 2018. El mayor riesgo es que el Gobierno decida, como lo hicieron sus antecesores, dejar la economía en “piloto automático” y olvidar las reformas estructurales en temas como empleo, diversificación productiva y reducción de sobrecostos.

Si bien el ruido político aumentó en las últimas dos semanas, a diferencia del año pasado el impacto será menor en la evolución de la economía. Sin embargo, tal como acaba de advertir el Banco Central de Reserva, el mayor peligro proviene de la situación económica mundial, principalmente por la política comercial proteccionista adoptada por el presidente Donald Trump. En todo caso, la economía apunta a una mayor expansión respecto al 2017.