Calle Dávila ya tiene experiencia en el sector público, debido a que es exdirectora de la Dirección General de intervenciones Estratégicas en Salud Pública, del Minsa (Foto: Andina).
Calle Dávila ya tiene experiencia en el sector público, debido a que es exdirectora de la Dirección General de intervenciones Estratégicas en Salud Pública, del Minsa (Foto: Andina).

SECTOR SALUD. Desde hace dos semanas, los reflectores están puestos en la discusión sobre los ingresos de los congresistas, y seguramente algún otro escándalo cubrirá las próximas portadas. Sin embargo, existen problemas de fondo que se van agravando con el paso del tiempo y que, al parecer, no llaman la atención ni de las autoridades ni de la opinión pública. Uno de ellos es el referido a la salud de la población.

Los problemas son más que conocidos: pacientes que no consiguen citas, ni medicinas, áreas de emergencia colapsadas por exceso de pacientes, peruanos que no se pueden atender por falta de recursos, zonas del país donde no se encuentra ni el más mínimo servicio de salud. Las causas de estos problemas son variadas. En lo que respecta al sector público, que el Ministerio de Salud no ejerza una rectoría a las principales líneas de acción no ayuda, y la falta de coordinación con los gobiernos regionales tampoco.

Es verdad que la lucha contra la anemia se ha convertido en una línea de acción prioritaria, pero la salud implica mucho más, y si bien sus problemas no se van a resolver de la noche a la mañana, el camino es tan largo, que lo mejor es comenzar pronto.

Un punto importante en el cual trabajar es en la atención primaria. Es necesario que se potencie la inversión en el primer nivel de atención. Si las necesidades de salud se pudieran atender rápidamente antes que se agraven los pacientes recibirían un mejor servicio y se evitaría que los hospitales se congestionen. Lograrlo requiere apostar por los médicos de familia y las postas.

Tener cubierto el primer nivel de atención puede ayudar a pensar en redes hospitalarias macrorregionales bien acondicionadas que eviten que los pacientes tengan que llegar hasta Lima en busca de buena atención y finalmente lograr una mejor distribución del presupuesto del sector en cada zona del país y un mejor uso de los recursos humanos, logísticos y tecnológicos, podría ayudar a contar con un mejor sistema de compra y distribución de medicinas y avanzar con la historia clínica electrónica.

Acabar con los problemas del sector requiere mucho más, un mejor trabajo del SIS y de los demás seguros de salud. La meta final debe ser que la atención de los pacientes pueda darse indistintamente en un centro privado o público con la garantía del pago adecuado. El camino es largo, pero ya es momento de empezar a poner el tema en la agenda nacional.