PUESTOS DE TRABAJO. Las cifras desagregadas de empleo reflejan la situación económica quizás con mejor aproximación que otros indicadores –como el gasto del consumidor o el crédito bancario–. El INEI publica cada tres meses un informe de empleo a nivel nacional y el más reciente, que cubre el periodo trimestral abril-junio y el periodo anual que terminó en junio, proporciona datos que tendrían que preocupar a las autoridades del sur del país.
En el mencionado trimestre, la población ocupada se incrementó 1.2% a nivel nacional, con respecto al mismo periodo del año pasado, gracias a las variaciones positivas observadas en la costa y la selva. Sin embargo, la sierra registró una caída del empleo de 0.7%, aunque esta variación solo afectó a la sierra sur, donde la pérdida de puestos de trabajo fue de 10.7%, marcando un fuerte contraste con la sierra norte y sierra centro, zonas donde la ocupación creció más de 9%.
Esa diferencia también se observa en la costa norte, donde el empleo aumentó 10.6%, mientras que en la costa centro el incremento fue menos auspicioso (0.7%), pero lo alarmante fue la caída en la costa sur (10.3%). ¿Por qué el empleo disminuyó tanto en el sur, mientras que en el norte, centro y la selva se observó lo contrario? El informe del INEI no proporciona detalles, aunque habría que suponer que se debe, en gran parte, a la baja ejecución presupuestal de los gobiernos regionales y locales sureños.
La inversión de algunos de ellos, como el Gobierno Regional de Arequipa, ha sido deficiente, pese a que el MEF dictó medidas para atenuar el efecto del cambio de autoridades, tales como la agilización de procedimientos o el adelanto del canon –los departamentos del sur reciben montos importantes por este concepto, gracias a la minería–.
Por ello, si algún gobernador o alcalde sureño se animase a responsabilizar al MEF o a todo el Gobierno nacional por la caída del empleo en sus jurisdicciones, y convocar marchas o paros, debería pensarlo dos veces. Pero si eso ocurre, habrá que esperar que el presidente Martín Vizcarra y sus ministros reaccionen con celeridad y no permitan que la situación los desborde, como ocurre en las últimas semanas.
Por su parte, el empleo anualizado (para el periodo terminado en junio) creció 1.2% y las variaciones entre regiones geográficas no fueron tan dramáticas, pues solamente la costa norte mostró una tasa positiva (5.1%) que estuvo muy por encima del resto. Lo que se constata es que el enfriamiento de la economía tiene un efecto directo sobre la generación de empleo.