Esta mañana, el presidente Martín Vizcarra, anunció la convocatoria de un referéndum para discutir el retorno a la bicameralidad y la reelección de congresistas. (Foto: Presidencia de la República)
Esta mañana, el presidente Martín Vizcarra, anunció la convocatoria de un referéndum para discutir el retorno a la bicameralidad y la reelección de congresistas. (Foto: Presidencia de la República)

IDAS Y VUELTAS. Para quienes se quejan de que los discursos por Fiestas Patrias son “más de lo mismo”, el del presidente Martín Vizcarra sí trajo novedades. Pero anoche, el presidente del Consejo de Ministros y vocero oficial del Gobierno, César Villanueva, en lugar de reiterar y reforzar la principal propuesta de su jefe –la convocatoria a referendo–, generó dudas al calificarla como una “opción”. El mandatario propuso el referendo para que sean los votantes quienes den su veredicto sobre la reestructuración del Consejo Nacional de la Magistratura (CNM), la no reelección de congresistas, el financiamiento de los partidos políticos y la bicameralidad.

Villanueva, en cambio, dijo, que “si el Congreso se apura con las reformas, da las normas y estamos en el mismo camino, no necesitamos utilizarlo”. Esta declaración no le hace bien al Gobierno, pues pone en entredicho un mensaje que justamente fue bien recibido por lo planteado el día anterior por el jefe de Estado.

Ahora le corresponde al presidente Vizcarra confirmar lo declarado por su vocero o enmendarle la plana, pues si no lo hace, la indefinición generará incertidumbre. Una vez que salga de este lío, tendrá que coordinar el debate, que necesariamente tendrá que realizarse, así como evitar que la atención se centre en la no reelección o que se añadan cambios constitucionales que él no ha propuesto. Queda por saber cómo responderá el Congreso, en particular el fujimorismo y la izquierda, y si su presidente, Daniel Salaverry, se mostrará concertador, o seguirá los pasos de su antecesor.

No se descarta que surjan fricciones, aunque ahora los parlamentarios parecen estar más conscientes de la desaprobación ciudadana, de modo que podría anticiparse que muestren un proceder más acorde con su cargo. Una primera prueba será la atención que el Congreso dispensará a los seis proyectos de ley para reformar el sistema judicial que el presidente Vizcarra entregó el sábado y reseñó en su discurso.

El mandatario apeló al desencanto de la población y tocó la mayoría de problemas sociales que lastran al país, como el feminicidio. También hizo anuncios que buscan acercar el Estado a los ciudadanos, como la eliminación de trámites para los pensionistas de la ONP. En lo que no estuvo preciso fue en lo económico y se concentró en hacer un recuento de lo que ya se conoce, a pesar de que el Ejecutivo está elaborando leyes al amparo de las facultades que le otorgó el Congreso. En descentralización, no recordó su anuncio de modificar el canon, y en la reconstrucción, volvió a pecar de optimista con sus ofrecimientos de acelerar el gasto.

El jefe de Estado optó por plantear el rescate de la institucionalidad judicial y electoral, y ha despertado expectativas. Dependerá de la lectura que hagan el Congreso y el propio Ejecutivo para que las propuestas se debatan y se puedan concretar.