Editorial: Desactualizados
Editorial: Desactualizados

GOBIERNO ELECTRÓNICO. Los servicios que el Estado peruano brinda a través de Internet no se encuentran óptimamente desarrollados. Estamos hablando de la realización de actividades online como trámites –constitución de empresas, obtención de licencias–, pago de impuestos nacionales y municipales, acceso a información, realización de consultas, etcétera. El Perú se ubica en el puesto 111 (entre 139 economías) en el ranking del Foro Económico Mundial que mide el impacto del uso de las tecnologías de la información sobre la eficiencia del Gobierno.

Por su parte, el índice de Servicios Online Gubernamentales de las Naciones Unidas, citado por BBVA Research, coloca al Perú detrás de sus pares latinoamericanos. Este indicador evalúa si el usuario puede encontrar información y funciones rápida e intuitivamente en el portal nacional y los sitios web de los ministerios. La información que la Secretaría de Gobierno Digital (Segdi) –adscrita a la PCM–, ha publicado en su sitio web evidencia ese modesto avance.

Desde el 2011 y hasta el 2016, solo 27 entidades públicas han comunicado logros en materia de gobierno electrónico, es decir, el 1% del total. Solo figuran cinco ministerios y dos gobiernos regionales –ninguno municipal–, además del BCR, Sunass, Essalud, Sunedu, la Fiscalía y el Tribunal Constitucional, entre otras. Entre las ausentes resaltan algunas que son fundamentales en la relación entre los ciudadanos y el Estado como OSCE y Reniec.

El portal de esta última permite constatar la falta de progreso: su chat no demora horas sino días en responder, contiene enlaces muertos y restricciones para descargar programas. Sumemos a esto la pobre calidad de la atención presencial y tendremos un claro ejemplo de que el Estado no está priorizando el acercamiento de sus servicios a la ciudadanía.

¿Qué hacer para avanzar más rápido? Si existe un plan integral, no estaría siendo monitoreado, de modo que lo primero es ordenarse. Lo primordial es “pensar de manera digital”, determinando qué necesidades tienen las personas y las empresas, y diseñar servicios que sean amigables y accesibles, tanto desde las PC como desde los teléfonos móviles. Otro indicador del atraso es que apenas existen 100 aplicativos con servicios gubernamentales.

En suma, el desarrollo del gobierno electrónico necesita hacerse de manera mucho más ágil y prolija. Esperamos que el reemplazo de Lieneke Schol en la Segdi –la semana pasada fue designada ministra de la Producción– asuma el desafío y se ponga al día.