Debilidad estructural

GASTO.El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó ayer su estimación de crecimiento del PBI peruano para este año: del 2.6% previsto en octubre, a 2.5%, tasa inferior a la proyectada por el BCR (2.7%). Esa ha sido la tendencia de las proyecciones para nuestra economía a lo largo del 2019: revisiones a la baja cada dos o tres meses. Salvo en el MEF, que aparentemente sigue esperanzado en el efecto estadístico o en una repentina y milagrosa mejora de la capacidad de gasto e inversión del sector público.

Si bien un factor clave del enfriamiento ha sido la guerra comercial de Donald Trump –que ha desacelerado la economía mundial–, también ha contribuido la pobre ejecución presupuestal, pues ha frustrado el intento del MEF por aplicar una política fiscal contracíclica. El FMI señala que las medidas adoptadas por el Gobierno para eliminar las limitaciones de financiamiento y de capacidad de los gobiernos locales y regionales “deberían ser suficientes” para acelerar la ejecución de la inversión pública, pero agrega que “será necesario supervisar de cerca el proceso y tomar medidas complementarias para garantizar su éxito”.

Entre las medidas en marcha destaca la reactivación de obras públicas paralizadas, cuyos resultados comenzarán a verse a mediados del 2020. Pero el obstáculo que causó dicho estancamiento persiste, y es el mismo que frena los cronogramas de gasto: la baja calidad de la administración del presupuesto. A falta de un mes para que termine el 2019, se ha ejecutado el 52.1% de lo asignado para inversión pública. Restan por ejecutarse más de S/ 23,000 millones.

A estas alturas, la justificación del retraso presupuestal en el cambio de autoridades municipales y locales ya no funciona, pues han tenido tiempo más que suficiente para familiarizarse con el proceso. Además, el Gobierno nacional tampoco ha destacado por mostrar una buena capacidad de gasto. Ministerios que manejan fuertes montos de inversión, como Educación, Vivienda y Agricultura, muestran avances de entre 53% y 50%, aunque Salud se merece una especial mención deshonrosa (apenas 40% de avance).

¿Mejorará la situación en el 2020? El BCR espera que sí. El MEF ya se olvidó del 2019 –la ministra María Antonieta Alva omitió gran cantidad de datos de este año en su presentación en CADE–, pero esperamos que recuerde que no es suficiente con trazarse planes ambiciosos para mejorar esta debilidad estructural, pues tiene que ponerlos en marcha. Mientras tanto, los gerentes públicos que capacita Servir siguen subutilizados.