Editorial de Gestión. Si el empleo no se recupera, las ventas y el consumo en general tampoco lo harán.
Editorial de Gestión. Si el empleo no se recupera, las ventas y el consumo en general tampoco lo harán.

FASE CUATRO. Dentro de dos días empezará la última fase del reinicio de las actividades económicas, aunque comenzará de manera parcial, pues las actividades que concentran mayor número de personas y de alto riesgo todavía no reanudarán operaciones. Aun así, el Gobierno se muestra optimista, pues considera que “la economía peruana está operando a cerca del 90% de su capacidad, tras las tres primeras fases de la reactivación”, según el ministro José Salardi, y que tras la cuarta fase llegarían al 100%. Pero la realidad no es tanto así.

Desde el punto de vista sanitario como del económico es necesario tener una mirada más cautelosa de la situación, pues lo cierto es que todavía no se completa la meta de operatividad de la fase tres. Si bien el inicio parcial de la cuarta fase ayudará, eso no significa que toda la economía alcance el 100%.

La evolución de la recuperación en mayo, junio y julio muestra un menor ritmo en agosto y setiembre, por lo que así se levanten todas las restricciones y se reinicien las actividades aún falta recuperar la confianza para la inversión y revertir la debilidad de la demanda interna.

El consumo pesa cerca del 60% del PBI y la caída del empleo como de las remuneraciones hace que la capacidad adquisitiva de las familias siga estancada. El 30% de la población está desempleada y si el empleo no se recupera, las ventas y el consumo en general tampoco lo harán. Y así es poco lo que se podrá lograr. Seguramente, este será uno de los problemas que se deberá enfrentar el próximo año.

La prueba de fuego para el consumo será la campaña de fin de año como Navidad y Año Nuevo y en el verano del 2021 la campaña escolar, sobre todo ahora que el ministro de Educación anuncia que en marzo se podrían reiniciar las clases presenciales.

El Gobierno deberá estar muy alerta, no solo para que las cifras del covid-19 no retomen una curva ascendente, sino para realizar los ajustes que coadyuven a que el crecimiento, que hoy está apalancado en los sectores extractivos, se extienda a otras actividades. La apuesta debe ser detener la caída del empleo no solo con programas de trabajo temporal, sino con apoyo a la creación de puestos de trabajo formales o por lo menos al mantenimiento de los ya existentes.

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