Editorial de Gestión. El uso político que el mandatario y algunos de su entorno le quieren dar a la pandemia es inadmisible.
Editorial de Gestión. El uso político que el mandatario y algunos de su entorno le quieren dar a la pandemia es inadmisible.

SALUD. Si bien es constitucional que un gobierno decida expropiar propiedad privada por causa de seguridad nacional o necesidad pública, se trata de una medida extrema y, como tal, se entiende, el último recurso a utilizar. En el caso de las atenciones de salud y el acuerdo con las clínicas, la declaración del presidente Vizcarra reflejó una amenaza para acelerar la negociación. No resulta pertinente que la primera autoridad del país recurra a esos argumentos cuando tenía otros recursos legales para lograrlo.

Un caso similar al de las clínicas fue el de las críticas a la venta de oxígeno, pues junto a los cuestionamientos, el Gobierno debió generar una rápida respuesta legal, que no se dio.

Cuando existe voluntad política, los problemas se resuelven en el menor tiempo posible. Desde el día uno de la pandemia se sabía que faltarían camas y oxígeno para poder atender a los pacientes que debían ser internados, y se afirmó que el Gobierno se estaba preparando para enfrentar los picos de la enfermedad. ¿Recién en el día 100 se detectaron los problemas con las clínicas y el oxígeno? Una muestra de falta de voluntad política y ausencia de una política de salud.

Pese a lo anterior, nada justifica la actitud de las clínicas, no solo porque no supieron explicarse, sino porque sus argumentos eran “poco empáticos” con la población y no reflejaban lo que debe ser la actitud empresarial en épocas de emergencia. Además, en un momento de crisis, debieron buscar directamente al Ejecutivo para establecer cómo se cubrirían los gastos de aquellos que no contaran con un seguro privado y no esperar la llamada del Gobierno.

El presidente Vizcarra dijo que las personas se iban a atender gratis, cuando sabe bien que ningún servicio que se presta es gratuito. O lo pagan directamente las personas o lo hace el Estado gracias a los impuestos que ha recaudado, pero todo servicio tiene un costo, y no hizo nada para coordinar con los privados quién pagaría dicho precio.

La base de la economía social del mercado es de forma y fondo. Si bien existen y seguramente seguirán existiendo empresas mercantilistas, abusivas y que solo buscan su beneficio, eso no significa que todas actúan así ni que el sistema lo promueva. Lamentablemente, decirlo hoy es políticamente incorrecto y a veces se prefiere ensalzar situaciones del pasado, como el control de precios o las empresas estatales, olvidando que se trató de graves errores, que no funcionaron y llevaron al país a una grave crisis.

El uso político que el mandatario y algunos de su entorno le quieren dar a la pandemia es inadmisible. Están logrando aplausos e incremento de popularidad, pero la historia juzgará su actuar en un momento tan grave para el país.