Editorial de Gestión. La próxima elección también será la prueba de fuego de los cambios electorales aprobados meses atrás.
Editorial de Gestión. La próxima elección también será la prueba de fuego de los cambios electorales aprobados meses atrás.

CAMPAÑA ELECTORAL. A partir del primero de octubre la población comenzará a tener claridad respecto a quienes podrían ser los candidatos para las elecciones del 2021, eso debido a que cualquier persona que quisiera postular a la presidencia deberá estar inscrita en alguno de los 25 partidos que cuentan con inscripción vigente. El plazo para dicha inscripción vence el 30 de setiembre y quien no se inscriba hasta esa fecha quedará fuera de la contienda.

También hasta esa fecha las nuevas agrupaciones que buscan su inscripción deben entregar su solicitud y el padrón de afiliados. Este hito, comenzará a despejar la cancha, ya que en las siguientes encuestas se dejará de consultar por presuntos candidatos que no cuentan con partido político, aun cuando en diciembre recién se realizarán las elecciones primarias para designar a los candidatos oficiales.

Asimismo, el cumplimiento de este plazo dará pie a que las agrupaciones empiecen a armar -y dar a conocer- los equipos que estarán detrás de los candidatos y seguramente eso permitirá que empiecen a dar declaraciones que brinden señales de cuál será su plan de gobierno. Propuestas a las que esta vez habrá que estar más atentos debido a la difícil situación en que se encuentra el país y el mundo.

Pero si desde las agrupaciones políticas se van cumpliendo plazos, sucede lo mismo desde el Congreso. Las normas electorales que sean aplicables en los comicios del 2021 deben ser aprobadas hasta el 28 de este mes y al parecer no hay apuro por hacerlo. Allí están pendientes la eliminación del voto preferencial, la regulación sobre el financiamiento político, las elecciones internas y el impedimento para postular cuando se tiene sentencia en primera instancia, esta última propuesta está a la espera de una segunda votación, aunque hay bancadas que ya adelantaron que votarán en contra.

La campaña para las próximas elecciones debería ser diferente a lo que se ha visto hasta el momento, pues en primer lugar las dádivas que hagan los partidos a favor de los futuros votantes estarán reguladas, lo que supone que se reducirá la prodigalidad vista en años anteriores. De igual manera el aporte de las empresas privadas está prohibido lo que aminorará los fondos disponibles para las agrupaciones políticas.

La próxima elección también será la prueba de fuego de los cambios electorales aprobados meses atrás y veremos si los representantes elegidos reflejan la intención de quienes impulsaron las modificaciones legislativas.