TENDENCIA PREOCUPANTE. Entre mayo y agosto, el comportamiento del PBI peruano ha sido de menores caídas desde que tocó fondo en abril. En otras palabras, la economía nacional se ha estado recuperando, lo que también se refleja en las tasas positivas del PBI desestacionalizado (que mide la variación respecto del mes previo), aunque en agosto se observó una desaceleración. Sin embargo, no todos los sectores han seguido esa tendencia, entre ellos agro, pesca y manufactura. Este último, luego de registrar fuertes desplomes entre marzo y mayo, atenuó su caída en junio (6.83%), pero luego sufrió un retroceso.

En julio y agosto, este sector se redujo 10.39% y 12.09%, respectivamente, o sea que en lugar de contraerse menos –siguiendo la tendencia del PBI total– mostró un comportamiento contrario. Las tablas desagregadas del informe del INEI correspondientes a agosto, con respecto al mismo mes del año pasado, son un desfile de variaciones negativas, con algunas excepciones, como la producción de medicinas, oxígeno y lejía, o la de motos, bienes que están relacionados con una mayor demanda por efecto del covid-19.

Los dos grandes componentes del sector, primario (procesamiento de materias primas) y no primario (mayor valor agregado), retrocedieron 12.65% y 11.92%, respectivamente. El primero venía de dos meses en azul, gracias al fuerte incremento en la fabricación de harina y aceite de pescado, que aunque también creció en agosto, no pudo contrarrestar la reducción de la producción de metales preciosos y otros metales no ferrosos, cuyo peso es mucho mayor.

Con respecto a la industria no primaria, que representa las tres cuartas partes de la manufactura total, sus tres subsectores –bienes de consumo, intermedios y de capital– volvieron a caer. Ello refleja la debilidad de la demanda interna, tanto por los menores ingresos debido a la escasez de empleo, como por la contracción de la inversión pública y privada. Entre los rubros más golpeados figuran la textilería (hilados, tejidos y prendas de vestir) y los vinculados a la construcción.

Manufactura es el sector con mayor peso en el PBI nacional (16.52% de ponderación) y un dinamizador del empleo, de modo que su reactivación incidirá positivamente en la economía. Lamentablemente, el Gobierno no parece haber interiorizado la urgencia de poner en marcha sus programas de estímulo de la inversión pública y de compras a la industria. Es el caso de Myperú, que fue anunciado por todo lo alto en junio, pero recién este mes se han iniciado las convocatorias, pese a que se señaló que se harían en agosto.