INVERSIÓN. Los cambios de Gobierno suelen ralentizar la inversión pública. Por ejemplo, ocurre cada cuatro años en los gobiernos subnacionales (regionales y municipales), pues las nuevas autoridades atraviesan periodos de “aprendizaje” y adaptación a los procedimientos que preceden a la ejecución de los presupuestos que tienen asignados. En el caso de los gobiernos nacionales (ministerios y agencias adscritas a ellos), la demora en familiarizarse con las exigencias burocráticas no ha sido tan prolongada, pues, a diferencia de las entidades subnacionales, no suelen ocurrir cambios en puestos de mando medio, que son los que tienen conocimiento de los procedimientos.
Hasta que llegó el Gobierno de Pedro Castillo. La inversión pública comenzó a descender en octubre y mantuvo esa tendencia hasta marzo (es decir, dos trimestres consecutivos). A pocos días de asumir el MEF, en febrero, Óscar Graham aseguró que la inversión pública volvería a crecer en abril, lo cual efectivamente sucedió. Pero lo que no dijo fue que el Gobierno nacional iba a seguir teniendo problemas para ejecutar su presupuesto para construcción de obras de infraestructura. Y el retraso es alarmante.
Entre enero y mayo, el Gobierno nacional redujo su inversión pública en S/ 971 millones –la caída en mayo fue de 27.7% respecto del mismo mes del año pasado–. Los mediocres resultados se registran en casi todos los sectores, pero debido a su relevancia, resalta la contracción de 15% en la ejecución de obras educativas en los primeros cinco meses del año. Información del propio Minedu da cuenta de que en todo el país existen cerca de 22,000 colegios en riesgo de colapso y que, por ende, necesitan una refacción total. Otros ministerios con baja ejecución son Transportes y Comunicaciones (que maneja el mayor presupuesto para obras) y Vivienda, Construcción y Saneamiento, además de la PCM.
Esta baja ejecución presupuestal se explicaría, en parte, por los constantes cambios de ministros, pues atentan contra el funcionamiento de sus carteras, lo cual se exacerba por las pésimas designaciones realizadas por el presidente Pedro Castillo, así como por el copamiento de puestos de mando medio con personas que carecen de la experiencia para el manejo de los procesos presupuestales.
Si los ministerios están a cargo de gente que no sabe (o no quiere entender) de la importancia de la inversión pública, o que buscaría sacar provecho de los recursos públicos, poco podrá hacer el MEF programando transferencias de presupuestos que no serán utilizados oportunamente.