Editorial de Gestión. El PBI desestacionalizado de marzo, comparado con el de febrero, se redujo 0.53%.  (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. El PBI desestacionalizado de marzo, comparado con el de febrero, se redujo 0.53%. (Foto: GEC)

PBI. La pesca, manufactura, electricidad, gas y agua, construcción, telecomunicaciones, finanzas, administración pública y otros servicios fueron los sectores que en marzo pasado crecieron por encima de su nivel previo a la pandemia, según las cifras del PBI de dicho mes reportadas por el INEI. Hay que precisar que la mitad de esos ocho sectores no sufrió el cierre de actividades que el Gobierno de entonces decretó a partir del 16 de marzo del año pasado, a raíz de la llegada del covid-19 al país. Ello significa que su producción no se vio muy afectada.

De los otros cuatro sí se podría afirmar que su recuperación va por buen camino y en casos como manufactura, mejor de lo que se esperaba, aunque habría que revisar en detalle su componente no primario, pues no todos los rubros se han beneficiado de la reactivación de la demanda de los hogares, de la construcción y del mercado externo, y al primer trimestre, varios seguían deprimidos.

Con respecto a los sectores que en marzo no lograron superar sus niveles previos a la pandemia, con la excepción del agro, los demás sí fueron parte del cierre de actividades o vieron interrumpidas sus cadenas de suministros (el confinamiento fue aplicado sin haberse tomado en cuenta criterios microeconómicos elementales): comercio, alojamiento y restaurantes, servicios prestados a empresas, transporte y minería e hidrocarburos. La segunda ola de contagios obligó al actual Gobierno a imponer cuarentenas focalizadas, las que impactaron principalmente en comercio y servicios personales. El efecto negativo sobre el empleo en estos sectores será más prolongado que el largo periodo en que su producción estuvo en rojo.

Para los optimistas, terminó el año de recesión en que la economía peruana estuvo sumida. El PBI creció 18.21% en marzo y 3.8% en el primer trimestre, y se vienen más meses con tasas positivas y altas, tanto por el efecto estadístico como por la sorpresiva reactivación de muchas actividades. Para los realistas, todavía no es momento de congratularse: el PBI desestacionalizado de marzo, comparado con el de febrero, se redujo 0.53%, lo que significa que la recuperación experimentó un ligero estancamiento. Además, hay que tomar en cuenta la coyuntura política.

Tras conocerse los resultados de la primera vuelta, la incertidumbre creció en las empresas, cuyas expectativas para el corto plazo se han deteriorado y han puesto en stand-by proyectos de ampliación de capacidad instalada. Los sobresaltos del tipo de cambio también son reflejo de la intranquilidad reinante.

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