Editorial de Gestión. Si el gabinete Cateriano logra  concretar algunos planteamientos se habrá conseguido avanzar. (Foto: Sepres)
Editorial de Gestión. Si el gabinete Cateriano logra concretar algunos planteamientos se habrá conseguido avanzar. (Foto: Sepres)

GABINETE. lidera ahora el Consejo de Ministros en el último año de Gobierno de Martín Vizcarra. Se trata de una figura con peso político propio, y la primera evidencia de ello es que se ha permitido hacer más cambios de los esperados, aunque menos de los que eran necesarios.

La tarea que viene es hacerles honor a las expectativas generadas. El reto del gabinete Cateriano será usar menos la retórica y pasar a la acción, emplear menos el Twitter y dejar que sea la eficacia de su labor la que hable por los integrantes de su equipo. En concreto, cada ministro debe dedicarse a hacer su tarea.

Al presidente del Consejo de Ministros se le recuerda por su paso por el Gobierno de Ollanta Humala, pero el escenario actual es diferente y los retos que enfrenta también. Aunque su tarea será ardua y las exigencias de la población serán altas, para empezar, debe marcar una diferencia con su antecesor: liderar a su gabinete.

Luego del presidente del Consejo de Ministros, los ojos del país estarán en dos figuras. Una de ellas es la ministra María Antonieta Alva. Los resultados económicos actuales -una caída del PBI de 32.7% en mayo y 2.6 millones empleos perdidos en el trimestre abril-junio en Lima- traen a la memoria los peores momentos vividos en el país, por lo que el escenario que deberá enfrentar este último año no será nada fácil. Le toca a la titular del MEF dejar de lado el triunfalismo y llevar a cabo una política económica eficaz, que no sea de marchas y contramarchas, como ha ocurrido con algunas medidas, y que por lo menos establezca las guías claras a seguir para lograr la recuperación.

La otra figura que estará en la mirada de todos será la nueva titular de Salud. Ya el 29 de mayo, desde estas líneas, destacábamos que era la hora de Pilar Mazzetti, pues no solo tiene el conocimiento de la situación que vive el país con la pandemia, sino que ha mostrado un actuar transparente y directo. En su nuevo cargo deberá mantener la mirada realista y el discurso franco, aplicando una verdadera política anticovid frente al sinsabor que deja su antecesor. También le tocará a la ministra revisar el equipo con el que trabajará, dado que el exministro Zamora realizó varios cambios de personal clave en el Minsa.

Otra de las tareas del gabinete será enfrentar los arrebatos populistas del Congreso y conciliar posiciones para llevar adelante la reforma política y otros temas de interés nacional. El escenario que deberán afrontar este último año no será fácil; además de la pandemia y la belicosidad del Parlamento se sumará el trasfondo político de las elecciones generales, tema en el que se requiere una actitud pulcra por parte del Gobierno. Quizás para esto último sirva la experiencia pasada del actual premier.

Si el gabinete Cateriano -con más de la mitad de rostros nuevos y sangre joven- logra concertar y concretar algunos de los planteamientos que realice se habrá conseguido avanzar. El país espera que los flamantes ministros estén a la altura de las actuales circunstancias.