Editorial de Gestión. La implementación de las acciones en el Estado no suele ser tomada con el mismo interés que el diseño de las medidas.
Editorial de Gestión. La implementación de las acciones en el Estado no suele ser tomada con el mismo interés que el diseño de las medidas.

PROYECCIONES. El MEF publicó el viernes el Marco Macroeconómico Multianual (MMM) para el periodo 2021-2024, cuyas proyecciones sirvieron de insumo para elaborar el proyecto de ley del Presupuesto Público 2021 –que ayer fue presentado al Congreso–. A diferencia de otros años, no se siguió un paso previo a la aprobación de la versión final del MMM por parte del Consejo de Ministros: se obvió la opinión del Consejo Fiscal (CF), que solo pudo revisar un borrador que le fue remitido el 31 de julio y sobre el cual emitió su informe.

En ese borrador se proyectaba una caída del PBI de 10.2% para este año y un rebote de 9% para el próximo, mientras que la versión final del MMM calcula una caída de 12% y un rebote de 10%, respectivamente. Naturalmente, dado que se trata de variables interdependientes, la modificación de una altera los valores del resto. La revisión a la baja de la proyección del PBI de este año –así como del gasto público no financiero– fue una sugerencia del CF, aunque este colegiado ha advertido que el MMM publicado “no atiende las preocupaciones centrales expresadas” en su informe, pues las proyecciones siguen con un sesgo optimista.

Al parecer, la premura por tener una versión final no dio lugar para una exhaustiva revisión del resumen que la titular del MEF, María Antonieta Alva, presentó el viernes. Por ejemplo, la trayectoria de los ingresos del Gobierno general (como porcentaje del PBI) para el periodo 2022-2024 en el resumen es distinta de la que figura en el MMM, en el cual esos porcentajes son mayores, lo que refleja el sesgo optimista que subraya el CF. Asimismo, el MMM introduce un nuevo rubro en la cuenta de ingresos corrientes del Gobierno general: necesidad de ingresos fiscales permanentes, que define como “medidas adicionales para incrementar los ingresos fiscales”, a partir del 2022.

Alva ha descartado un aumento de impuestos para financiar el déficit fiscal del 2021, y para el 2022 en adelante, dijo que “no necesariamente” se tratará de mayores impuestos porque hay muchos espacios para reducir los niveles de incumplimiento y para mejorar la eficiencia. En ese caso, se tendrá que repotenciar el trabajo de la Sunat. El MMM da algunas pistas para elevar esos ingresos, como corregir exoneraciones tributarias poco efectivas y mejorar los sistemas de registro patrimonial.

El papel del Congreso y sus dadivosas iniciativas forman parte de los riesgos que enfrenta la recuperación de la economía. Es más, el CF señala que la vulnerabilidad fiscal se ve agravada con los proyectos de ley aprobados recientemente, pues elevarán el gasto público. Es que con la conducta que están mostrando los legisladores, no hay forma de sentirse optimista.