Editorial de Gestión. "Se requiere mucha muñeca política, mayor proactividad de los ministros y mejorar la comunicación”. (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. "Se requiere mucha muñeca política, mayor proactividad de los ministros y mejorar la comunicación”. (Foto: GEC)

NUEVO GABINETE. A pesar de no tener una exigencia constitucional, el país requería que la elección del nuevo premier fuera a la brevedad. Con apenas cinco cambios, ayer juramentó el gabinete Martos. La experiencia de lo sucedido con Pedro Cateriano le debe enseñar al nuevo presidente del Consejo de Ministros que lo conveniente es centrarse en la agenda de corto plazo, la cual debe tener dos puntos básicos: la salud y la economía. Los plazos y la capacidad actual del Estado no dan para más.

Aunque será difícil que las cifras económicas terminen en positivo, sí se debe trabajar para que los resultados muestren a fin de año una desaceleración de la caída en varios indicadores. Pero si no se logra contener la pandemia la incertidumbre continuará y no habrá forma de mejorar los indicadores económicos. Eso significa que salud y economía están fuertemente vinculadas.

Quizás es momento de seguir las recomendaciones del Colegio Médico y tomar ahora algunas medidas de aislamiento focalizado que eviten tener que regresar a una cuarentena total. Poner más énfasis en la distribución de los kits gratuitos, tanto de mascarillas y alcohol en gel como de las medicinas básicas que se usan para enfrentar el coronavirus, sobre todo en los focos de contagio y donde se está expandiendo a fin de que la población sepa qué hacer ante los primeros síntomas.

Para ello es necesario aplicar más pruebas moleculares y menos pruebas rápidas que son solo complementarias, pues tomar decisiones de políticas públicas solo sobre la base de pruebas rápidas esta demostrando que es un riesgo.

Pero también es indispensable una campaña para que la población se sensibilice con la situación y los riesgos que estamos viviendo y se extremen los cuidados en la vida diaria. Esta tarea no es sencilla considerando la alta densidad de los hogares del país y la falta de servicios básicos en muchos de ellos.

Finalmente, la ministra de Salud deberá insistir más con su par de Economía para ponerse al día con todas las promesas hechas por el Gobierno al personal de salud, sobre todo si, como ya indicó Mazzetti, están trabajando con apenas un 40% del personal y la demanda se ha cuadruplicado.

En el tema económico se requiere un plan de reactivación de seis meses, pues hasta el momento los bonos y las ayudas solo han sido paliativos para evitar la quiebra de empresas o de personas, y no se ha podido cumplir a cabalidad. Pero quizás donde tendrán que poner más empeño, en una labor que no solo comprende al MEF sino también al premier y al mandatario, es en el trabajo político frente al Congreso.

Es necesario conversar con las bancadas para que la mayoría comprenda que si bien las necesidades que buscan atender son importantes, la forma de querer solucionarlas no es la adecuada, pues terminan agravando los problemas.

Es saludable el cambio de actitud mostrado por el presidente Vizcarra en el llamado a la unidad y dejar de lado rencillas, pero se requiere mucha muñeca política, mayor proactividad de los ministros y mejorar ostensiblemente la comunicación de las acciones del Ejecutivo contra la pandemia. Pero no todo está en manos del Gobierno, el Congreso también tendrá que mejorar.

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