Editorial de Gestión. Anunciar la llegada de vacunas que ni siquiera se han adquirido es irresponsable.
Editorial de Gestión. Anunciar la llegada de vacunas que ni siquiera se han adquirido es irresponsable.

VACUNAS. Hablar con medias verdades siempre genera problemas, pero si se trata de temas de salud puede costar la vida de las personas. Lamentablemente, es lo que ha sucedido en el país respecto a las vacunas contra el covid-19.

Desde agosto de este año el expresidente Martín Vizcarra y su equipo ministerial no perdieron ocasión para informar del avance en las negociaciones de la compra de vacunas. A fines de agosto se dijo que se pagaría un adelanto de US$ 20 millones a la iniciativa multilateral Covax Facility, pero sin explicar lo que significaba dicho pago. Posteriormente, el 17 de setiembre se cerró un acuerdo con Pfizer y BioNTech para el suministro de 9.9 millones de dosis, pero, nuevamente, sin explicar el significado del acuerdo. Luego, en octubre el entusiasmo fue tal que Vizcarra anunció que durante el primer trimestre del próximo año se procedería a la vacunación de una parte de la población. Incluso se habló de cerca de 20 millones de dosis.

Sin embargo, se acaba de reventar el globo de aire y las autoridades del Gobierno de Sagasti hoy informan que, si bien las negociaciones para la adquisición de las vacunas están avanzadas, no hay fecha para recibirlas, ni siquiera de la iniciativa Covax, la única a la que se le ha desembolsado dinero, no para la compra propiamente dicha (pues aún no se sabe exactamente cuánto costarían), sino como una garantía de compromiso.

Es decir, a pesar de lo dicho por Vizcarra o por la exministra María Antonieta Alva, lo cierto es que todavía no hay ningún convenio vinculante con pago ya realizado, solo el ofrecimiento del MEF de que llegado el momento se contará con los recursos. En todo caso, tampoco puede quedar de lado la responsabilidad de la actual ministra de Salud, Pilar Mazzetti, quien también ocupó el cargo con Vizcarra.

Anunciar la llegada de vacunas que ni siquiera se han adquirido es irresponsable, más aún en un país donde el covid-19 ya cobró 36,677 vidas (al 12 de diciembre) y donde los casos confirmados cada día superan los 900. Decir que la vacunación está próxima ocasiona que se relajen los cuidados necesarios para reducir los contagios. Y en segundo lugar se afecta la reactivación económica, en la medida en que el riesgo de un rebrote aumenta y la vacunación, queda claro, no será pronto.

El Gobierno actual debe ser transparente y explicar por qué la administración de Vizcarra no concretó los anuncios y decir cuál es la real situación en la que se encuentra la llegada de la vacuna.