TASAS DE INTERÉS. El mercado de viviendas en el país está sufriendo los efectos de la coyuntura económica local y externa. Según datos de la SBS, citados en un evento del gremio inmobiliario (ASEI), el número de hipotecas colocadas entre enero y setiembre llegó a 27,175, menor en 17.8% respecto del mismo periodo del año pasado. La reducción fue más drástica durante el tercer trimestre. El declive se debería a dos factores.
El primero es el deterioro de la situación económica de un número creciente de familias, que les impide calificar a un crédito hipotecario. Gestión ha cubierto con amplitud el enfriamiento de la actividad económica, que en gran medida se debe a la ineptitud del Gobierno y a la desconfianza que genera su hostigamiento a la libre empresa (que ha frenado la inversión privada), a lo que hay que añadir el convulso contexto internacional –la desaceleración de la economía china y de otros socios comerciales del Perú, el encarecimiento de commodities, como alimentos, fertilizantes y combustibles por la invasión de Rusia a Ucrania–.
El segundo factor es el incremento de las tasas de interés, que para créditos hipotecarios ha pasado de un promedio en soles de 6.85% en diciembre, a 9.80% en setiembre. Ante ese fuerte salto, cada vez más personas están postergando su decisión de solicitar una hipoteca hasta el 2023, esperanzadas en que las tasas bajarán. El encarecimiento del crédito es una consecuencia del aumento de las tasas de interés que el BCR inició en agosto del año pasado para contener las expectativas inflacionarias. Tras el alza de octubre, la tasa del BCR se ubica en 7%, y este jueves el directorio de la entidad se reunirá para aprobar otra subida o dejarla como está.
El riesgo del encarecimiento del crédito hipotecario es que al disminuir las colocaciones –en un mercado con un enorme déficit de oferta de viviendas–, se perjudica un número importante de actividades, empezando por la construcción, a la que se suma la producción de materiales y accesorios (ladrillos, cemento, pintura, muebles, tuberías, cerámicos, etcétera). Si las alzas no se manejan con cuidado —no es el caso—, el riesgo es la recesión, un extremo al que por supuesto no se llegará, como lo ha asegurado el presidente del BCR, Julio Velarde.
Y para que no solo sean palabras optimistas, la entidad informó que comprará bonos soberanos peruanos hasta por S/ 4,900 millones a sus principales tenedores, los bancos, con el fin de reducir la tasa de interés hipotecaria, pues al ser a largo plazo, utiliza como referente la tasa de interés de esos títulos. Habrá que esperar que la medida funcione.