POLÍTICA MONETARIA. El Banco Central de Reserva (BCR) tiene el mandato de mantener la estabilidad de precios y, para cumplir ese objetivo, cuenta con una serie de herramientas de política monetaria. La más conocida es la tasa de interés de referencia, que también suele ser la más efectiva, pues no solo es efectiva para “anclar” las expectativas inflacionarias, sino que además sirve para contener potenciales disrupciones en el crédito –excesos o escasez– y, con ello, incide en el comportamiento del PBI.
Para contrarrestar los efectos recesivos de la cuarentena aplicada para enfrentar la pandemia, el BCR redujo su tasa de interés de referencia de 2.25% a 1.25% en marzo del 2020 y, el mes siguiente, a 0.25%. Dado que los precios se deprimen cuando la economía está en recesión, no había riesgo de elevar las expectativas inflacionarias, de modo que la entidad priorizó el estímulo monetario, alineado con el estímulo fiscal aplicado por el Gobierno de entonces. El BCR mantuvo esa tasa de referencia hasta julio pasado, pues desde agosto ha ido incrementándolo mes a mes, hasta alcanzar 3.5% en la actualidad.
Con ello, la entidad modificó su política monetaria. Se podría decir que pasó de expansiva a moderada, pues el PBI crecía más de lo previsto, pero la inflación aumentaba ante el encarecimiento de insumos importados (alimentos y combustibles), exacerbada además por el fuerte incremento del tipo de cambio ante la incertidumbre que el actual Gobierno ha estado generando desde que asumió. Si el BCR ha seguido elevando su tasa de referencia, pese a que la economía se ha desacelerado desde el cuarto trimestre del 2021, es porque habría priorizado el anclaje de las expectativas inflacionarias. Es que una inflación alta cuanto los ingresos de los hogares siguen por debajo de sus niveles prepandemia es demasiado costosa.
Aunque las expectativas inflacionarias no se han reducido, porque los efectos de cambios en la tasa de referencia no son inmediatos –y porque el Gobierno sigue alimentando la incertidumbre–, el BCR espera que la inflación retorne al rango meta (entre 1% y 3%) el último trimestre de este año. Mientras tanto, ha seguido vendiendo dólares para evitar un mayor encarecimiento del tipo de cambio: el año pasado vendió US$ 11,626 millones (el 52% de ese monto entre agosto y diciembre). En enero vendió US$ 172 millones, mucho menos que el promedio mensual del 2021, pues el alza de su tasa de referencia ha provocado el ingreso de capitales de corto plazo. ¿Logrará el BCR controlar la inflación? Crucemos los dedos.