Editorial de Gestión. El Midis debe trabajar arduamente en focalizar mejor a los beneficiarios. (Foto: GEC)
Editorial de Gestión. El Midis debe trabajar arduamente en focalizar mejor a los beneficiarios. (Foto: GEC)

PROGRAMAS SOCIALES. La crisis económica provocada en gran parte por el covid-19 y también por la ineficiencia de la política económica es innegable, y todo hace prever que la pobreza en el país se incrementaría a cerca de 30%, por lo que el uso de los programas sociales para hacerle frente a esta nueva realidad es más que necesario.

Así, en el presupuesto planteado para el 2021 la función de protección social tiene una asignación presupuestal de S/ 4,829 millones, destinada a financiar los programas sociales, como Qali Warma, Juntos, Pensión 65, Cuna Más y otros.

El enfoque del Gobierno estará puesto en los programas sociales ya existentes y que están focalizados en las zonas rurales o de pobreza extrema, incluso en las grandes ciudades. Una decisión a tener en cuenta pues la entrega de bonos universales no puede convertirse en la política social de un país.

Pero si alguna lección debe quedar luego de las medidas de emergencia aplicadas, es el valorar la necesidad de avanzar con mayor rapidez en lograr la inclusión financiera.

Sin embargo, las medidas de política social todavía tienen problemas por resolver, pues desde antes que empezara la pandemia uno de los mayores problemas de este tipo de programas eran las fugas. Es decir, el riesgo de que el beneficio llegue a personas que pueden no necesitarlo. El Midis debe trabajar arduamente en focalizar mejor a los beneficiarios para evitar estos inconvenientes. Lamentablemente, ya se han visto casos, como sucedió con la entrega de las canastas de alimentos, las cuales llegaron a algunas familias no vulnerables.

Pero quizás el mayor problema, que hasta el momento ningún gobierno ha podido solucionar, es la temporalidad de los programas sociales. El objetivo de programas como Juntos es “que las familias reciban este subsidio por un periodo de tiempo corto y al mismo tiempo sean empoderadas con otros programas sociales orientados a la generación de autonomía”. Sin embargo, desde su creación, no se ha informado de número de familias que se “graduaron”, es decir que dejaron de necesitar la ayuda del Estado. Y ahora se plantea incluir 442,000 nuevas familias, con lo cual Juntos terminará atendiendo a más de 1.1 millones de beneficiarios.

Si no se trabaja en la búsqueda de la autonomía económica de los beneficiarios, estos seguirán dependiendo siempre de los programas sociales, y ese no es el camino correcto si lo que se busca es reducir la pobreza.