Editorial de Gestión. ¿Primará la visión de largo plazo y la búsqueda de consensos o prevalecerán las posturas maximalistas? Foto: Andina)
Editorial de Gestión. ¿Primará la visión de largo plazo y la búsqueda de consensos o prevalecerán las posturas maximalistas? Foto: Andina)

NUEVA CONSTITUCIÓN. Tras una serie de problemas técnicos y de infraestructura, la Convención Constitucional de Chile (CC) inició sus funciones y tiene ahora un año para elaborar una nueva Carta Magna.

Chile llega a este momento en su historia tras las violentas protestas del 2019, que fueron calmadas por la promesa de un referendo y la posterior redacción de una nueva Constitución que reemplace a la elaborada durante la dictadura de Augusto Pinochet. El proceso de elaboración de su nueva Constitución genera expectativa y preocupación, pues el país sudamericano es referente en la región debido al crecimiento de su economía y su nivel desarrollo.

Dada la conformación de la Convención Constituyente, con mayoría de miembros independientes, se puede esperar que se busquen cambios más orientados a las demandas más populares en Chile, como la eliminación del Sistema de Privado de Pensiones o un mayor rol del Estado en la economía. Cambios en la independencia del Banco Central o en el derecho a la propiedad son también algunas de las invocaciones.

A estos riesgos que derivan de la Constituyente se suman también las elecciones generales de Chile previstas para noviembre, dado que, con miras a ganar votos, se pueden impulsar cambios populistas, sin considerar los efectos a largo plazo de tales propuestas.

La diversa conformación de la CC, donde ningún partido tiene mayoría y mucho menos los dos tercios necesarios para imponerse, obligará a generar consensos y moderar propuestas extremistas. La elaboración de una nueva Constitución, que además debe ser aprobada en un referendo, genera de por sí una mayor incertidumbre sobre las perspectivas de Chile, en momentos en que la pandemia aún enturbia el panorama de la economía mundial.

¿Primará la visión de largo plazo y la búsqueda de consensos o prevalecerán las posturas maximalistas? El reto de la CC será lograr un equilibrio entre atender las demandas sociales sin que se afecten los logros económicos conseguidos en los últimos años. Lo cierto es que lo que ocurra en el país del sur tendrá repercusión tanto en la dinámica política como social del resto de la región. Por ello es importante entender el proceso y sus consecuencias.

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