Las indagaciones a los contratos del Ministerio de Cultura empezaron luego de conocerse las contrataciones que tuvo con Richard Cisneros. (Foto: GEC)
Las indagaciones a los contratos del Ministerio de Cultura empezaron luego de conocerse las contrataciones que tuvo con Richard Cisneros. (Foto: GEC)

CULTURA. Mientras algunos ministros se la pasan anunciando apoyos y alivios económicos y financieros que tardan demasiado tiempo en hacerse realidad, como por ejemplo los FAE para las mypes, el agro y el turismo, el titular de Cultura, Alejandro Neyra, esperó más de un mes para comenzar a comunicar, vía notas de prensa, que su despacho ha estado distribuyendo subvenciones entre personas naturales y jurídicas dedicadas a las numerosas actividades culturales y artísticas que han sido afectadas por la pandemia.

Se trata de un total de S/ 50 millones, aprobados por el Decreto de Urgencia 058-2020, que están siendo asignados en dos rubros: a promotores del patrimonio cultural inmaterial y a personas dedicadas a las industrias culturales y artísticas –cada rubro contempla cuatro líneas de apoyo económico–, y el proceso de selección y aprobación de beneficiarios cuenta con un soporte legal y administrativo adecuado. Los beneficiarios del primer rubro fueron definidos en agosto, por jurados independientes, y ya han estado recibiendo el dinero, según nota de prensa difundida el lunes. El plazo para postular a las ayudas del segundo rubro venció ayer.

Los promotores y trabajadores del sector figuran entre los más golpeados por la pandemia. Un vistazo a las listas de beneficiarios da una idea de la amplitud y variedad de manifestaciones culturales que necesitaban atención. ¿Por qué el Gobierno no informa sobre estas ayudas, que sí se han estado otorgando? Una respuesta podría ser el caso Swing, que estalló el 25 de mayo. El DU 058 fue promulgado el 20 de mayo, de modo que el escándalo que generó la contratación poco justificable de un artista habría obligado a cancelar cualquier anuncio de ayudas a otros artistas.

Neyra volvió a asumir el 30 de junio –fue el último ministro de Cultura de PPK– y se ha mantenido alejado de los periodistas, salvo para lanzar la política cultural hasta el 2030. Sin embargo, considerando el daño a la imagen de su despacho y que él no tuvo nada que ver en el intríngulis, pues hasta donde se sabe, comenzó con su sucesora (Patricia Balbuena), haría bien en dar a conocer lo que está haciendo. Las crisis de imagen se solucionan con transparencia, y aunque el portal de las ayudas contiene amplia documentación, no informa en todos los casos los montos asignados a los beneficiarios; también debería reseñarse la trayectoria de los jurados independientes. Asimismo, sería interesante saber si ya se iniciaron los trabajos que cuentan con S/ 58 millones del programa Arranca Perú.