VACUNACIÓN. Una medida en la cual todos reconocen que el Gobierno actual avanza es el combate a la pandemia del covid-19, siguiendo el proceso iniciado en la administración de Francisco Sagasti. Sobre todo en lo que se refiere al ritmo de vacunación, el cual se ha incrementado en los últimos días debido a la norma que establece la obligación de solicitar el carnet de inoculación a todos los mayores de 18 años para que puedan asistir a sus centros de trabajo y/o centros comerciales y locales cerrados.
Es claro que no es una medida grata y que las amenazas no son la mejor manera de realizar una política pública, pero las cifras demuestran que ha dado resultado, pues cada día se incrementa el número de personas que acuden a los centros de vacunación. Ello no ha frenado a la bancada del partido de gobierno para presentar un proyecto de ley que busca impedir que se impongan protocolos o medidas sanitarias a quienes no deseen vacunarse. Lo irónico del caso es que los congresistas firmantes sí se encuentran vacunados, y en opinión del ministro de Salud, Hernando Cevallos, “ese criterio de que la gente debe decidir, en este caso, no es correcto”, pues el mundo está viviendo una pandemia.
Lo cierto es que, a pesar de estas acciones, los epidemiólogos no descartan que las fiestas de fin de año lleven al incremento de casos y con ello el riesgo de afrontar una tercera ola en enero, la cual podría afectar más a los no vacunados y a los menores de edad. Esto se debe a que en muchos lugares la exigencia de los protocolos sanitarios se ha ido relajando, no se cuidan los aforos o el uso de mascarillas e incluso ya se anuncian fiestas masivas para recibir el 2022, y tanto autoridades locales como regionales no se esfuerzan en hacer cumplir las restricciones.
Si bien desde el Gobierno se están haciendo campañas para acercar la vacunación a las personas, lo cierto es que desde el 13 de noviembre no llegan vacunas al país. El último lote recibido fue una donación de un millón de dosis de Sinopharm por parte del Gobierno de China y 759,330 dosis adquiridas al laboratorio Pfizer. Si la meta es terminar el año con el 80% de la población cubierta con dos dosis e iniciar el 2022 con la vacunación de los menores de 12 años, el ritmo de adquisición y entrega de vacunas debe mejorar. Lo peor que podría suceder es que los centros de vacunación se queden sin insumos, justo en el mes en que profesionales, como el gerente general de Essalud, creen que podría volverse crítica la situación, teniendo en cuenta que ya varias ciudades del país tienen una ocupación de más de 50% de camas UCI.