(Foto: USI)
(Foto: USI)

PERCEPCIÓN CIUDADANA. El presidente Martín Vizcarra asume sus funciones con un 55% de aprobación, según la última encuesta de Pulso Perú, y la sensación mayoritaria (70%) de que su Gobierno será diferente al de su antecesor. Esta aprobación le da un respiro al nuevo equipo de trabajo para poner en marcha sus planes. Sin embargo, si algo debe aprender este Gobierno de las experiencias pasadas es que la ilusión desmedida de la población puede jugarles en contra.

Actualmente, en el país hay expectativas por ver resultados del Gobierno y aunque los gestos del presidente de viajar a diversos lugares para escuchar las necesidades de los ciudadanos y sus reclamos son saludables, debe tener cuidado con los ofrecimientos que haga, pues luego le exigirán su cumplimiento. Muchos peruanos creen que basta la palabra del presidente para solucionar sus problemas. Si bien Vizcarra se ha comprometido a agilizar las obras (por ejemplo, en el norte), la realidad es que en catorce regiones la inversión pública ha caído en marzo y cambiar ese resultado puede tomar más tiempo del que la población está dispuesta a esperar, sobre todo cuando en un año electoral y sin reelección hay autoridades locales que tendrán poco incentivo para continuar los proyectos.

Pero la encuesta también permite ver el vaso medio lleno, así el Ejecutivo podría usar a su favor que la población cree que se debe priorizar tres temas: corrupción, educación y seguridad, y que la expectativa del 55% es que el Gobierno de Vizcarra sea regular.

La otra cara de la medalla es la situación del premier César Villanueva, pues para un 51% él no debió aceptar el cargo, sobre todo después de asegurar que no lo haría. Siendo quien planifica y coordina la labor de los ministros, este resultado significa un reto por lo que tendrá que actuar con cuidado para que la percepción cambie a su favor.

Dado que las acusaciones de corrupción han salpicado a muchas autoridades, a la población ya no le basta con la declaración de intereses que recomendó la Comisión de Integridad. Ahora, el 85% espera que todos los ministros presenten ante la Sunat su declaración jurada de ingresos y la hagan pública, no por estar obligados sino como señal de transparencia y buena voluntad. Veremos cuántos lo hacen.