S/ 2,000 millones se han transferido a las 24 regiones del país para 230 proyectos de inversión pública que permitirán la construcción, mejoramiento y/o rehabilitación de 5,477 kilómetros de carreteras departamentales y vecinales.
S/ 2,000 millones se han transferido a las 24 regiones del país para 230 proyectos de inversión pública que permitirán la construcción, mejoramiento y/o rehabilitación de 5,477 kilómetros de carreteras departamentales y vecinales.

INVERSIÓN PÚBLICA. Hace una semana advertimos el riesgo que implica el cambio de autoridades para el crecimiento de la inversión pública, pues la historia reciente muestra que cuando hubo cambio de esas autoridades, las cifras fueron negativas. Así, la inversión pública del Gobierno general se contrajo 5.5% en el 2011 y 4.2% en el 2015, afectada en ambos casos por la caída de la inversión de los gobiernos subnacionales. Justamente, el lunes el presidente Martín Vizcarra se reunió con los gobernadores y alcaldes electos para poner el énfasis en materia de inversión.

Esta decisión se da en momentos en que el BBVA Research estima que el crecimiento de la inversión pública podría ser 0% en el 2019 y Macroconsult proyecta una caída de 0.1%, lo cual es una advertencia de que cualquier esfuerzo que se realice por reducir el periodo de aprendizaje de las nuevas autoridades en pos de conseguir que la inversión pública no caiga, es vital.

En ese marco, el anuncio de un viaje presidencial que durará un mes y le permitirá al mandatario llegar a cada rincón del país para conocer de cerca sus problemas podría ser auspicioso, si no fuera por dos aspectos. El primero, es que la simple presencia del presidente no basta para impulsar las inversiones. Es necesario conocer qué llevará Vizcarra en su equipaje, pues las palabras y las buenas intenciones sobran. Lo que se necesita es que las oficinas desconcentradas del Ministerio de Economía funcionen, que las autoridades locales tengan todo el apoyo posible para la elaboración de los expedientes técnicos, que se les brinde asesoría para ejecutar su presupuesto y capacitación efectiva en herramientas como Invierte.pe. De lo contrario, la visita será en vano.

El segundo aspecto es que este viaje se inicia el 8 de noviembre y culmina el 8 de diciembre, un día antes de que se realice el referéndum. Está coincidencia en las fechas podría empañar la labor presidencial al poner un halo de duda sobre la finalidad real de la visita y asociarla más a una campaña a favor del referéndum que a un interés por asegurar el crecimiento de la inversión pública.

Si este periplo presidencial no logra minimizar las ineficiencias administrativas que genera un cambio de autoridades este viaje habrá sido un saludo a la bandera en materia de inversiones y será solo un baño de popularidad.