Agencia calificadora de riesgo Moody's espera revisar al alza la proyección de crecimiento económico del PBI del Perú para el 2018. (Foto: Agencia Andina)
Agencia calificadora de riesgo Moody's espera revisar al alza la proyección de crecimiento económico del PBI del Perú para el 2018. (Foto: Agencia Andina)

PRODUCCIÓN. Agosto estuvo más frío este año que el 2017. No nos estamos refiriendo a los datos climáticos del Senamhi, sino a los del PBI que publica el INEI: 2.25% y 2.78%, respectivamente. Tasas similares que reflejan situaciones un tanto distintas; hace un año, la economía bregaba para superar su desaceleración, mientras que ahora, según aseguran analistas, el BCR y el MEF, se trata de un enfriamiento temporal, que se inició en junio y que estaría por terminar este mes. No hay que olvidar que en octubre hay milagros, aunque Oswaldo Reynoso no lo pensaba así.

Lo cierto es que la “reaceleración” –término acuñado por el titular del MEF, Carlos Oliva–, solo duró entre marzo y mayo, y que el entusiasmo que generó hizo pasar por alto que la guerra comercial de Donald Trump tendría un fuerte impacto sobre nuestras cuentas externas –pese a que el titular del Mincetur, Rogers Valencia, aseguró que sería “marginal”–. Hasta el presidente del BCR, Julio Velarde, se contagió de la exaltación: dijo que se revisaría al alza el estimado de crecimiento del PBI de este año, lo que finalmente no ocurrió. Moraleja: no hay que hablar antes de tiempo.

El sector minería e hidrocarburos apuntó en agosto su tercer mes consecutivo a la baja, aunque fue su segundo componente el que disminuyó, pues la producción metálica registró una leve mejora (0.11%). El peso de este sector es tan grande que su caída le restó 0.54 puntos porcentuales a la variación del PBI. La sorpresa del mes fue pesca, que se expandió a pesar de que la veda de anchoveta seguía vigente.

Lo que no fue muy sorprendente fue la contracción de la construcción, pues los datos adelantados de la inversión pública de agosto hacían anticipar ese resultado. En dicho mes, la inversión del Gobierno nacional se redujo 13.1%, aunque fue levemente contrarrestada por la ejecución de los gobiernos regionales y locales. Dado que ya se conocen los datos de setiembre, que fueron menos halagüeños, pues la inversión pública total cayó 9.2%, habría que esperar otro mes en rojo.

También vale la pena destacar la buena salud de sectores como el agropecuario, además de finanzas y seguros, electricidad, gas y agua, servicios prestados a empresas, telecomunicaciones y alojamiento y restaurantes. En cambio, comercio todavía no logra superar el enfriamiento, mientras que manufactura ha estado mostrando el mismo patrón de comportamiento que el PBI general.

El sector “otros servicios” no es analizado al detalle en el informe del INEI, a pesar de que tiene la segunda ponderación más alta, detrás de manufactura. Solo sabemos que incluye servicios inmobiliarios y personales, y que según la metodología con que se calcula no está enfriado.