Martín Vizcarra celebró en Cusco la victoria sobre Chile que clasificó a la selección peruana a la final de la Copa América 2019. (Foto: GEC)
Martín Vizcarra celebró en Cusco la victoria sobre Chile que clasificó a la selección peruana a la final de la Copa América 2019. (Foto: GEC)

PULSO PERÚ. Las Fiestas Patrias tradicionalmente son una oportunidad para que el presidente refresque el Gabinete, además de que presente el mensaje a la Nación en el Congreso y la agenda de los próximos meses. Todo indica que la población mantiene latente esta tradición. Así lo evidencia la última encuesta Pulso Perú realizada para Gestión por Datum, según la cual el 84% de personas consultadas espera que se realicen modificaciones, totales o parciales en el Gabinete de Salvador del Solar.

Todo cambio ayuda a enfrentar los temas de siempre con una nueva mirada, y en ese sentido no estaría de más que el presidente Martín Vizcarra escuchara a la población. Sin embargo, para que tengan efecto se requiere que el presidente cambie de actitud en algunos temas, como, por ejemplo, impulsar la agenda económica. Sobre todo, cuando ha caído tres puntos en su nivel de aprobación, situándose en 55%, aunque en la región sur su desaprobación (56%) supera a su aprobación (41%).

Las razones de su popularidad siguen estando concentradas en “su lucha contra la corrupción” (los porcentajes más altos están en la región norte), “se enfrentó al Congreso” y que “está haciendo un buen trabajo”. Por el contrario, quienes lo desaprueban se basan en “su mala gestión”, que “no ha hecho nada contra la corrupción” (los porcentajes más altos están en la región centro) y que “la economía está peor”.

El porcentaje de quienes creen que está haciendo un buen trabajo es mucho menor que el de quienes piensan que tiene una mala gestión, por lo que durante el año y medio que le queda de Gobierno, el mandatario debería concentrarse más en mejorar la economía —apenas un 3% de los que lo aprueban lo pone como una razón—. No se debe olvidar que el 60% de los peruanos considera que el país se ha estancado, y los resultados económicos de los últimos meses avalan esta percepción.

Es verdad que las reformas políticas y judiciales planteadas por el presidente tienen aceptación, pero el desarrollo del país no puede basarse solo en esos temas. Son una parte importante, pero no es lo único, y Vizcarra y su equipo lo han olvidado. El 28 de julio puede ser otra oportunidad para cambiar.